El gigante de la automoción General Motors apuesta por eliminar el volante de sus coches autónomos, es decir, quitar la supervisión humana.
General Motors quiere darle una dirección muy concreta a su inmersión en los coches autónomos: busca eliminar el volante. La compañía, que desarrolla desde hace tiempo su propia tecnología, ha pedido permiso a la NHTSA (National Highway Traffic Safety Administration, en Estados Unidos, para desplegar coches sin volante.
Esta sería la primera vez que algo así ocurre en las carreteras. Sería un experimento pionero en el mundo. Solo recientemente Waymo ha retirado a sus conductores de emergencia de sus coches autónomos que circulan en varios estados de Estados Unidos. Pero aun así estos vehículos siguen llevando volante.
Eliminar el volante de los coches es todo un símbolo. Y más que eso, pues se quita así toda posibilidad de intervención humana. Si existe un volante, hay una posibilidad de que ante un fallo, después de que el coche se estabilice, un conductor se ocupe de él. Sin volante no existe esta opción.
No está claro si las autoridades de tráfico le darán el permiso a General Motors. Pero lo que sí parece cristalino es que la compañía tiene la intención de eliminar el volante de sus vehículos. Los coches autónomos son otra generación de automóviles. Si los primeros automóviles rudimentarios, más mecánicos que industriales, más invención que ingeniería, llevaban una palanca –antes de que llegara el volante–, ¿por qué los nuevos autónomos se han de adscribir a la servidumbre del volante?
El empuje de General Motors
La filosofía de General Motors probablemente marcará tendencia. Y es que no será el único fabricante que decida retirar el volante de unos vehículos que a la postre no están hechos para ser conducidos por humanos.
La compañía tiene un largo historial de mirar hacia el futuro. En los últimos años ha puesto su mirada en los coches eléctricos , tanto que afirmó que solo fabricaría vehículos con este tipo de motor a partir de cierta fecha, aún sin concretar. Una declaración de intenciones que se suma a acciones concretas, como el uso de impresión 3D en la fabricación de automóviles.
Imágenes: General Motors
