Un experimento que trasciende la conducción y la ingeniería ya ha empezado. El pistoletazo de salida ocurrió en el mes de mayo, durante la cuarentena; una coincidencia que no es arbitraria, precisamente, sino parte de su relato.
De todos los astros que hay fuera de nuestro mundo la Luna es el más conocido. Por cercanía, básicamente. Sin embargo, pese a su posición privilegiada para la astronomía, lo cierto es que aún tiene zonas inexploradas, que poco a poco vamos descubriendo.
En medio de estas indagaciones científicas, están surgiendo iniciativas originales. Como ésta que organizan Moon Mark, un grupo de educación tecnológica, e Intuitive Machines, una compañía aeroespacial. Juntas pretenden realizar la primera carrera de coches en la Luna.
La idea no es descabellada. Sobre todo, porque cuentan con uno de los gigantes de las misiones espaciales a su lado: la NASA. La agencia norteamericana no quiere perderse su participación en este acontecimiento histórico, que se celebrará en octubre de 2021.
Objetivo didáctico
Eso sí. No será una carrera de coches como las que te vienen a la mente cuando piensas en ellas. Los automóviles no serán de Fórmula 1 ni habrá asfalto para facilitar su movilidad. Estamos hablando de la Luna, no del Circuito de Montecarlo en Mónaco.
¿Entonces? Aquí viene la parte más curiosa del proyecto. Los coches estarán fabricados por estudiantes de Secundaria de diferentes partes del mundo. Moon Mark explica, en el comunicado oficial, que su objetivo no es solo entretener, sino principalmente provocar que los jóvenes desarrollen sus conocimientos y habilidades, mientras socializan y trabajan en equipo.
Unas fechas definidas
Este objetivo explica por qué lo anunciaron, a propósito, en pleno confinamiento por el coronavirus. Sostienen que ya bastante suponía la crisis sanitaria como para, encima, aburrirse y no saber en qué emplear el tiempo. ¿Por qué no hacer algo productivo?
Así, plantearon este sorprendente reto, volviéndolo más emocionante con una compensación económica de 1.000 dólares para el equipo ganador, que decide a qué ONG los envía. En total, hay cuatro premios, uno por cada categoría: la viabilidad, el estilo, la aplicación comercial y el enganche a la audiencia.
¿Cuáles son los requisitos para participar?
Cada equipo está formado por un máximo de seis estudiantes de entre 15 y 18 años; lo que, en España, por ejemplo, incluye los dos últimos cursos de la ESO y los dos de Bachillerato.
Su cometido es indicar cómo realizarán el coche, no construirlo por su cuenta. El modelo debe estar compuesto de unos elementos mínimos: un control de potencia, un panel solar para la carga, una antena de radio WHF, un módulo wi-fi y un ordenador de placa modelo VA 10820, resistente a la radiación. También deberán incluir una cámara en la parte delantera para poder seguir la carrera en tiempo real, en caso de quedar seleccionados, y su peso debe ser inferior a cinco kilogramos, para su transporte. El resto de los aspectos, como el tipo de propulsión, lo dejan al gusto y preferencia de los candidatos.
Diversión, aprendizaje, puesta en común, solidaridad… ¿No es genial? Sin embargo, también hay usuarios que dudan de las intenciones reales de la iniciativa y acusan a las dos organizaciones de aprovecharse del trabajo de los jóvenes, como se puede leer en los comentarios.
Por toda respuesta, y como indicaba en sus estatutos, el pasado 7 de julio, Moon Mark anunció las propuestas ganadoras. China, Estados Unidos y Argentina, por partida doble, son los países que estarán representados durante esta primera carrera en la Luna, si finalmente sale adelante. Para conocer un poco más sobre cada propuesta, accede aquí.
Por lo que sabes, ¿cuál te convence más? ¿Ya tienes tu “favorita”? Se aceptan apuestas.
Imagen de la cabecera: Mónica La Mola. Imágenes: Moon Mark.
