Stephen Burns, doctorado y especialista en optometría, galardonado en muchas oportunidades por su contribución a la ciencia, acaba de recibir un gran impulso para su carrera. Su desarrollo de un escáner ocular para detectar enfermedades será financiado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Con esta nueva tecnología, el objetivo es acelerar la detección de enfermedades. Pero la idea no es hacerlo con los métodos convencionales de diagnóstico, sino a través del ojo. Es decir, mirando de forma directa a la retina.
Veamos cómo es el mecanismo del escáner ocular para detectar enfermedades y cuáles serán sus contribuciones a la medicina.
¿Cómo funciona el escáner ocular no invasivo?
El dispositivo en cuestión es un oftalmoscopio de última generación. Se trata de un aparato que está diseñado para obtener imágenes del interior del ojo humano.
Para ello, se vale del uso de espejos deformables que corrigen las distorsiones cuando la luz atraviesa el ojo. Así, se obtienen fotografías y vídeos de alta resolución del fondo del ojo, donde está la retina.
Es tal la precisión, que los investigadores pudieron ver en tiempo real cómo se movían las células dentro de las pequeñas arterias del ojo. Ello permitió, por ejemplo, medir la velocidad de desplazamiento de los glóbulos rojos.
La alta resolución da la posibilidad de identificar cambios mínimos que facilitan el diagnóstico temprano de enfermedades. Pues, sabemos que hay modificaciones ínfimas en la retina que suceden antes de que aparezcan otros síntomas de diabetes, hipertensión arterial y hasta alzhéimer.
El oftalmoscopio incorpora inteligencia artificial (IA) para procesar los datos. Ello lo hace más preciso y más rápido. Es capaz de analizar una gran cantidad de imágenes y movimientos para brindar un diagnóstico.
¿Quiénes están involucrados en el desarrollo?
Stephen A. Burns, profesor en la Escuela de Optometría de la Universidad de Indiana, es el principal investigador del proyecto. Ha trabajado en la detección de enfermedades a través del ojo desde hace más de 20 años.
Lo acompañan expertos de la Universidad de Northwestern y del New York Eye and Ear Infirmary of Mount Sinai. También participan profesores de la Universidad de Stanford. Todos han empleado tecnologías similares para observar la retina y detectar problemas de salud.
Pero lo novedoso está en el nuevo aporte que hacen los Institutos de Salud de los Estados Unidos al proyecto del escáner ocular. A través de la financiación que otorga el Programa Venture, le darán al equipo de Burns 4,8 millones de dólares para profundizar en su investigación durante los próximos 3 años.
¿Por qué es importante contar con un escáner ocular no invasivo?
La retina es el único lugar del cuerpo donde se pueden observar directamente los vasos sanguíneos. Hacerlo en alta resolución y con la ayuda de la IA proporciona información valiosa de salud.
El escáner ocular permitirá la identificación temprana de condiciones graves. Por ejemplo, alzhéimer, diabetes y algunas enfermedades cardíacas. Sin embargo, no se necesitarán costosos estudios ni grandes aparatos. Se hará con la sencillez de una observación del ojo en un consultorio médico.
También ay que considerar que no se requieren procedimientos dolorosos de por medio, como inyecciones o dilatación de pupilas. Esto facilitará la accesibilidad para los pacientes. Se espera que redunde en un menor costo económico para las personas y para el sistema de salud.
¿Cuál es el futuro de esta tecnología?
La relevancia del avance tecnológico se hace más notorio entre los adultos mayores. Según el propio Burns, más del 80 % de la población sobre los 60 años de edad tiene al menos una enfermedad que se puede detectar con su escáner.
Asimismo, se espera que la integración del aprendizaje automático mejore la precisión y rapidez de los diagnósticos. Para ello, los investigadores buscan comenzar con las pruebas clínicas en breve. Realizarán escaneos en pacientes voluntarios y cargando los datos al sistema de IA.
La detección temprana de enfermedades, no invasiva y con ayuda de la IA, parece ser el futuro de la medicina. Y el escáner ocular desarrollado por Burns va en esa dirección.
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