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Simband, una pulsera monitorizadora que se recarga sin enchufes

Samsung ha creado una pulsera que monitoriza la actividad física de su usuario y se recarga sin que sea necesario quitársela.

Muchas veces los trabajos más futuristas en lo que se refiere a sensorización proceden de laboratorios y universidades. En esta ocasión ha sido Samsung el que ha mostrado una pulsera con sensores avanzados capaces de detectar varias constantes vitales de su portador. El dispositivo también se recarga sin necesidad de enchufarlo a la corriente. Pero lo más destacable tal vez sea el concepto, no ya el propio producto. Su plataforma de sensores es abierta y modular, con lo que otras empresas y desarrolladores tendrán esta herramienta a su disposición para trabajar con ella.

La pulsera Simband, éste es el nombre que Samsung ha puesto a su nueva creación dentro del ámbito wearable, es un prototipo destinado a mostrar lo que se puede hacer con la tecnología de la compañía, que pone a disposición de terceros. Presentado en un evento de la firma en San Francisco, el dispositivo está orientado radicalmente a la salud. Si en los Galaxy Gear y en la Gear Fit el enfoque estaba a medio camino entre el deporte y el aspecto comunicativo, en este caso no hay medias tintas.

Simband mide el pulso, la temperatura y otras constantes vitales, llevando además un registro de todos los datos, algo que puede resultar útil incluso como documentación médica llegado el caso. Esta información la obtiene de una serie de sensores colocados en la parte inferior de la pulsera, la que está junto a la piel. El sistema se basa en sensorización óptica; se emite una luz hacia la piel que pasa a través de ésta y devuelve un reflejo. La variación en la absorción de luz ofrece la información necesaria para determinar el estado de las constantes.

Los sensores utilizan diferentes longitudes de onda, desde infrarrojos a luz azul, que permiten examinar diferentes capas del cuerpo. Incluso se pueden conocer las concentraciones de gas y así determinar el nivel de oxígeno. Todo esto es posible gracias a una plataforma abierta de sensores, que funciona en base a módulos. Samsung la ha desarrollado junto al centro de investigación microelectrónica IMEC, en Bélgica, y ha decidido abrirla para que otros puedan enriquecer el ecosistema de dispositivos y aplicaciones en el emergente campo de la salud.

Los datos que recojan dispositivos basados en la plataforma de Samsung podrán transmitirse al sistema SAMI, también creado por la marca para gestionar Internet de las cosas. La firma coreana prevé lanzar versiones beta de la API de Simband y el kit para desarrolladores de SAMI durante 2014. De productos comerciales no se ha hablado nada.

Otro de los aspectos que ha llamado la atención de Simband es su recarga. Al ser un dispositivo que monitoriza las constantes vitales resulta absurdo quitárselo para recargarlo. Para evitar esta circunstancia Samsung ha desarrollado una batería externa que se adhiere mediante imanes a la pulsera y la carga desde la misma muñeca.

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