¿Es bueno descansar un rato después de comer? Una nueva investigación apunta nuevos beneficios de la siesta.
Considerada como una de las tradiciones más españolas -y tal vez, también más anheladas en nuestra rutina diaria-, la siesta ha sido objeto de múltiples polémicas. ¿Dormir un rato después de comer engorda? ¿Es mejor descansar tumbado o simplemente sentado? ¿Cuáles son los beneficios de la siesta realmente?
Dormitar a primera hora de la tarde, tras el almuerzo, es una práctica descrita al detalle por Gabriel García Márquez en algunos de sus cuentos. La literatura y la ciencia han indagado en esta costumbre, en la que se pone de manifiesto la importancia del sueño.
Suframos de insomnio -o simplemente de cansancio-, los beneficios de la siesta han protagonizado diversas investigaciones. Hay quien dice que el mismísimo Winston Churchill no perdonaba sus citas con Morfeo. Un reciente estudio, publicado en Neurobiology of Learning and Memory, da la razón a aquellos que defendían los beneficios de la siesta.
Según una investigación realizada en la Universidad de Saarland, un descanso de menos de una hora podría mejorar nuestra memoria a corto plazo. El estudio en el que participaron 41 voluntarios ha demostrado que los pacientes recordaban mejor ciertos términos tras dormir un rato.
En cierta manera, los beneficios de la siesta podrían ayudar a fijar conceptos en nuestro cerebro. Los resultados de esta investigación muestran que no se memoriza más, sino que el recuerdo que archivamos en la mente permanece de forma más constante.
La actividad del hipocampo, la región cerebral encargada de consolidar la memoria, podría entonces mejorar con un breve sueño. De acuerdo al científico Axel Mecklinger, los beneficios de la siesta podrían ser clave en la mejora del aprendizaje.
Estas conclusiones pasan a engrosar la lista de beneficios de la siesta. Dado que los períodos de descanso no son demasiado largos, los expertos piensan que la actividad metabólica del organismo no se altera. Es decir, que dormir un rato después de comer no engorda.
Lo que también hay que tener en cuenta es que debemos evitar comidas pesadas o el alcohol antes de echar una cabezadita. Una digestión difícil hará que descansemos peor. En cualquier caso, siguiendo estas recomendaciones y a la vista de los últimos resultados, los beneficios de la siesta están claros.
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