Relojes, antiguas radios, tu primer ordenador, máquinas arcade y teléfonos de los de toda la vida (con ruedecita) pueden volver a tu casa de la forma más nostálgica posible: utilizando piezas de Lego para construirlos.
Los Legos representan una nostálgica mirada a la niñez inventora y por eso se han popularizado también entre los adultos. El ilustrador, diseñador y fotógrafo canadiense Chris McVeighes uno de esos genios de estas pequeñas piezas de ensamblaje, y sus construcciones se han ganado las alabanzas de miles de fans en las redes sociales.
Siente pasión por estas piezas de colores desde que tenía pocas primaveras (McVeigh dice a Think Big que a veces se hacía el enfermo para quedarse en casa y construir), pero después los reemplazó por los ordenadores, los videojuegos y las figuras de Star Wars que vendía la firma Kenner, ya que la saga de George Lucas es otra de sus mayores aficiones.
Recuperó los Legos en 2007, cuando le regalaron un kit y, desde entonces, no ha parado de construir, fotografiar e incluso crear sus propios diseños con los que viajar a la tecnología del pasado. Cámaras de carrete, sus primeras videoconsolas o televisiones de los años 80 son algunas de las impresionantes obras vintage que McVeigh ha ensamblado, documentando todo el proceso en detallistas tutoriales que ha colgado en su página web para compartirlas con todos los amantes de la construcción a pequeña escala.
Este diseñador plasma en sus Lego su cariño por la tecnología del pasado. «Estéticamente, los viejos dispositivos son mucho más interesantes que la tecnología moderna. Ahora, todo es plano, rectangular y aburrido, mientras que la antigua tecnología era grande, tenía forma de caja, y estaba cargada de texturas y color«, indica McVeigh. «Es mucho más divertido hacer versiones Lego de la tecnología antigua y también hay un atractivo nostálgico en los dispositivos».
McVeigh soñó un día con píxeles, y se dedicó a reconstruir su viejo sótano. Recordó la pantalla de su antiguo televisor, la madera de secoya de las paredes, el olor del café de su hogar, y unió todos esos recuerdos en proyectos con bloques que cualquiera podemos recrear gracias a sus tutoriales.
McVeigh ha desarrollado su propia tienda virtual, Powerpig’s Builds ‘n Things, para vender por todo el mundo sus kits, pero ha querido que sus tutoriales sean gratuitos para que sus fans elijan si prefieren hacerlos por su cuenta. «Creo que es importante compartir mis diseños con todo aquel al que le guste mi trabajo. Si quieren apoyarme y me animan a crear las guías de construcción gratuitas, podrán siempre pedir un kit directamente. Prefiero dejar a la gente la elección», cuenta este artista.
Los Lego son primero su hobby y después su pequeño negocio. «La mayoría de mis diseños se gestan semanas antes de que yo los haga públicos. Estoy constantemente analizando cada construcción. Para mí los mejores son los que suponen un reto. De vez en cuando revisitaré algunos diseños y les daré un nuevo ensamblaje», explica el canadiense. En sus proyectos no solo importa la carcasa: los antiguos ordenadores también pueden funcionar de nuevo.
Tradicionales máquinas tragamonedas o románticos relojes de disco son otras de las creaciones de este artista. Pero entre todas ellas, hay una que le ha costado especial esfuerzo: su radio vintage. «¡Me llevó muchísimo tiempo conseguir un mecanismo de trabajo para mover la aguja de la radio!», asegura. Aunque este detallista inventor acabó consiguiendo un bello dispositivo para enviar ficticias señales de audio.
A pesar de que en alguna ocasión le hayan definido como un Lego hipster, a McVeigh no le gusta demasiado esa etiqueta. «Llevo barba y gafas, pero no estoy interesado particularmente en la ropa antigua ni en la música de la que nadie ha oído hablar. Lo que sí me encanta es la variedad del diseño de la antigua tecnología«, defiende este artista, que utiliza sus Lego de todas las formas y variedades cromáticas incluso para retratarse a sí mismo.
McVeigh ha recreado detalladamente incluso el Apple Watch Lego.
«El Lego se ha convertido en un excelente medio para la creatividad, independientemente de la edad», especifica McVeigh. Esa creatividad se puede expresar recreando el universo tecnológico o el de la ciencia ficción. El artista canadiense ha creado una nueva versión del Halcón Milenario y Han Solo o Chebwacca.
«El Lego es como la pintura. Puedes usarla para pintar tu casa o para pintar una obra maestra. Cómo se utiliza importa mucho más que lo que es», considera este diseñador de la memoria tecnológica colectiva.
Imágenes vía | Chris McVeigh
