Los drones solían ser herramientas para la milicia, pero hoy en día todo es distinto.
En el pasado, la palabra drone su usaba para aviones no tripulados gubernamentales que eran programados para tener un plan de vuelo que podía ser en línea recta o en círculo, y que duraba hasta que el motor dejara de tener combustible o hasta que aterrizara en un lugar especificado previamente. Este término solía ser usado únicamente en temas militares y no era parte importante de la tecnología cotidiana.
En el presente esto es muy diferente. Los drones de ahora siguen siendo aquellos vehículos aéreos no tripulados (UAV en inglés, provenientes de la frase unmanned aerial vehicle) pero, aunque hay muchos modelos con distintas formas y tamaños, los más comunes son pequeños y económicos, hasta tal punto que cualquier persona puede comprarlos en la sección de juguetes de las tiendas y se manejan usando control remoto. Algunos solo sirven para divertirse mientras los manejas remotamente, otros tienen cámaras integradas para tomar fotografías y vídeos.
La popularidad, versatilidad, precio y el tamaño de estos drones ha hecho que sean usados para otros fines, además de los militares, creando así muchas funciones para estos pequeños robots.
Hacer entregas con drones
Hace unos meses Amazon anunció un servicio llamado Amazon Prime Air, que consistía en recibir entregas en menos de 30 minutos gracias al uso de drones. Otra gran empresa que está experimentando con drones es Google con “Project Wing” también para hacer entregas. Ambas compañías están pasando por pruebas, registros de documentos y todo tipo de asuntos legales para poner en marcha lo que tienen en mente.
A pesar de las trabas que se han presentado, en Estados Unidos ya ha volado el primer drone para hacer entregas aprobado por el gobierno de ese país. Esto sucedió en julio de 2015 cuando un pequeño robot aéreo voló hasta una clínica del estado de Virginia para entregar suministros médicos. El drone viajó unos 53 kilometros desde una farmacia hasta la clínica destino y fue piloteado por una compañía australiana llamada Flirtey, quienes son un startup de entregas usando drones. El vídeo de arriba muestra una parte del vuelo.
Hay muchos otros proyectos como estos, por ejemplo el Burrito Bomber, un servicio que te permite ordenar un burrito cuando tengas hambre y recibirlo gracias a un drone. O este servicio completamente legal en el estado de California llamado “Trees“, que envía cajas de marihuana medicinal, o quizás el servicio postal de Suiza que desde julio de 2015 está probando enviar cartas y paquetes usando drones.
Usando drones para la agricultura y conservación de selvas
En la agricultura, un drone puede ser usado con tres finalidades: exploración, cartografía y fumigación aérea. En cualquiera de los casos pueden hacer que esta actividad, que ya tienen margenes de ganancia bastante bajos, sea mucho más eficiente. Por ejemplo, cuando se usan para la exploración, un drone puede recolectar imágenes de una sección de 1.6 kilómetros en unos 18 minutos, lo que hará que el agricultor tenga información sobre las condiciones del terreno, los niveles de agua y la seguridad de las paredes y vallas con mucha más rapidez que si hiciera todo el recorrido a pie o en un vehículo.
Ya hay agricultores que usan drones para ser más eficientes en su trabajo, como es el caso de Ryan Kunde quien tiene un viñedo en el norte de San Francisco en Estados Unidos. Él usa un robot con una cámara que crea mapas en alta resolución de todo su terreno y ni siquiera necesita ser manejado remotamente porque tiene un GPS con autopiloto.
Los drones también podrían ser usados para rehabilitar selvas tropicales, según explican en un estudio publicado en Conservación Biológica. Aparentemente, estas máquinas pequeñas pueden reemplazar mucho trabajo manual asociado con proyectos de conservación, lo que sería de gran ayuda para mejorar el estado de las selvas.
Drones para tomar vídeos y fotografías
La manera más común para usar drones en el presente es para hacer fotografías y películas con tomas aéreas. Muchas compañías de producción las están usando como una manera relativamente económica de hacer tomas grandes desde el cielo. El vídeo de arriba, por ejemplo, fue creado por Niall Doherty y el fotógrafo Eric Sterman usando un drone con una cámara GoPro, lo que les costó alrededor de US$2000.
Este método puede crear vídeos interesantes solo por arte, pero también pueden tener finales comerciales, como vender casas y otras propiedades. Con los drones se pueden capturar vistas únicas de casas de lujo, algo que los agentes de bienes raíces ya están haciendo en el sur de California en Estados Unidos cuando decidieron contratar a Val Dotchkov quien tiene una empresa que se dedica a crear vídeos interesantes con imágenes desde el aire de propiedades enormes que están a la venta.
Imagen de portada: SplitShire
