La llegada de New Horizons a Plutón o las aplicaciones del sistema CRISPR-Cas9 para editar el genoma: estos son los mejores avances de la ciencia en 2015.
El año está a punto de terminar. Y con los últimos días de diciembre llega el momento de hacer balance, también en investigación. ¿Cuáles han sido los mejores avances de la ciencia en 2015? Si hace doce meses recopilábamos el top 10 de avances tecnológicos de 2014 y las tecnologías emergentes de 2015, hoy nos toca hacer repaso de los descubrimientos y hallazgos que nos ha regalado el año.
El primer gran avance de 2015 ha sido, según la revista Science, el sistema CRISPR-Cas9. Esta tecnología, que puede ser descrita como una suerte de «bisturí molecular», nos sirve para editar el genoma de una forma más rápida, eficaz y precisa que las herramientas convencionales usadas en ingeniería genética y biotecnología.
La revolución genética no ha sido el único avance de la ciencia en 2015. A mediados de julio, la nave New Horizons llegó a Plutón tras nueve años de viaje por el Sistema Solar. La misión espacial no tripulada de la NASA nos ha permitido conocer con gran detalle este planeta enano y satélites como Caronte, Hidra o Nix.
La ciencia en 2015 también nos ha permitido saber más acerca de Marte. Pudimos descubrir, por ejemplo, nuevos indicios de la existencia de agua sobre el planeta rojo, además de entender por qué su atmósfera es mucho más fina que la de la Tierra. Posiblemente, según los investigadores, llamaradas solares fueron capaces de «arrancar» la parte superior de la capa atmosférica de Marte hace millones de años.
La exploración espacial, con otras iniciativas como la investigación del planeta enano Ceres gracias a la sonda Dawn, nos ha ayudado a saber más acerca de la historia del cosmos. Pero la ciencia en 2015 también ha conseguido avanzar en nuestra propia historia evolutiva, con el hallazgo de una nueva especie de homínido, conocida como Homo naledi.
El descubrimiento realizado en Sudáfrica se une a otro importante paso realizado en Siberia. La investigación realizada en una cueva rusa ha permitido ampliar la familia de los denisovanos, otra especie de homínido considerada como «prima» de los neandertales.
La reapertura del gran colisionador de hadrones del CERN es otra de las grandes noticias de la ciencia en 2015. El laboratorio de Ginebra ha vuelto a acelerar protones a un rango de energía récord, algo que permitirá avanzar en la investigación en física de partículas tras el hallazgo del bosón de Higgs.
La búsqueda de ondas gravitacionales también ha protagonizado buena parte de los estudios en física de 2015. La puesta en marcha del observatorio Advanced LIGO y el lanzamiento de la sonda LISA Pathfinder serán claves para tratar de demostrar una predicción que Albert Einstein realizó hace un siglo. Además, este año hemos celebrado el centenario de la famosa teoría general de la relatividad, una publicación que cambió para siempre la ciencia.
La ciencia en 2015 también ha traído consigue importantes avances en el desarrollo de la vacuna contra el ébola, una enfermedad a la que todavía no hemos logrado ganar la partida. Pero a pesar de que aún no podemos cantar victoria, la investigación sigue trabajando para tratar de prevenir y curar una infección devastadora, especialmente en África.
El último regalo que podemos destacar es el desarrollo de una mano protésica con la que podemos recuperar el sentido del tacto. El dispositivo, diseñado por científicos de la Universidad de Stanford, es un ejemplo de trabajo multidisciplinar en el ámbito de la ingeniería y la biomedicina. Una muestra que nos enseña cómo la ciencia en 2015 también ha sido capaz de mejorar nuestra vida.
Imágenes | NASA, Mark Thiessen/National Geographic, ESA/ATG Medialab
