El sector óptico podría experimentar un importante avance gracias al desarrollo de estas nuevas lentes, que han demostrado una agudeza un 30% superior a la de los microscopios actuales.
Son bastante más finas que el grosor de un pelo humano y tienen solo 2 milímetros de ancho, pero son capaces de ampliar objetos cuyo tamaño se mide a escala nanométrica. Se trata de unas nuevas lentes planas creadas por un equipo de la Universidad de Harvard y basadas en un tipo especial de cristal en cuya composición hay materiales metálicos. De ahí que sus inventores hayan llamado a la nueva tecnología ‘metalenses’.
Estas lentes permiten una mayor agudeza que las que actualmente usan los microscopios más avanzados. No se parecen a los discos curvados de cristal que montan las cámaras o unos prismáticos. En cambio, se trata de una capa fina de cuarzo transparente, que se compone de millones de diminutos pilares de diez nanómetros de ancho y cientos de altura. Cada uno de estos divide los haces de luz y los reformula para que después el conjunto sea más efectivo.
El patrón exacto que tienen que emitir estos pilares se calcula mediante ordenador, con el fin de que el resultado sea el que proporcionarían unas lentes convencionales. Los creadores de este desarrollo afirman que la calidad de las imágenes es mucho mayor que la que estamos acostumbrados a ver ahora. Y se atreven a calificar de “potencialmente revolucionaria” la nueva tecnología.
Los científicos compararon sus lentes planas con las más ópticas más avanzadas del mercado –las que usan los microscopios– y las suyas obtuvieron un rendimiento un 30% superior. Lo que se traduce en este mismo porcentaje de ganancia de agudeza.
Una de las aplicaciones que se han barajado para estas lentes es la cámara de los móviles, pero hay otros muchos usos para los que podrían servir. Las cámaras de control de calidad en fábricas, ópticas ligeras para gafas de realidad virtual y hasta lentillas (el desarrollo se puede adaptar a materiales blandos) están entre las opciones contempladas en un principio.
Otro de los puntos a favor de este nuevo tipo de lentes es su fabricación. Los procesos de producción del sector óptico llevan siendo prácticamente los mismos desde el siglo XIX. Sin embargo, el hecho de que las nuevas lentes sean planas facilita su producción en masa, pues se pueden fabricar en las mismas plantas de donde salen los chips informáticos.
Los fabricantes de microprocesadores y otros componentes que contienen circuitos integrados podrían comenzar a producir las lentes plantas en este mismo momento si quisieran, según señalan los científicos del proyecto.
Imágenes: Barb Henry y đΞ√!ĄΓĪØηŽ
