La digitalización del comercio cada vez está más cerca. Desde geolocalización de productos hasta pantallas táctiles en los probadores, ir de compras se convierte en una experiencia.
En pleno proceso de transformación de los sistemas de adquisición de bienes y servicios, ir de compras puede ser toda una aventura. Basta con dejarse guiar por las nuevas tecnologías. Puedes elegir la música ambiente o disfrutar de probadores digitales con pantallas táctiles que te informan sobre las características de la ropa que has seleccionado.
De momento, el comercio electrónico en España no supera el 10% de las ventas totales. La relación offline-online se decanta todavía claramente por la primera. Sin embargo, todos los expertos coinciden en destacar que esa distancia se está acortando, como se están acortando también los periodos de adaptación de los empresarios a unos puntos de venta digitalizados, en los que se abre paso, de forma imparable, los nuevos sistemas tecnológicos.
En un estudio llevado a cabo por Avanade EKN Research puede observarse esta tendencia: el 56% de los profesionales encuestados considera que las tiendas del futuro serán centros logísticos para el negocio online. Estos mismos profesionales tienen claro que van a necesitar replantearse su modelo de negocio y adoptar nuevas tecnologías como soporte para sus nuevas funciones.
Javier Lorente, director de Propuestas de Valor y GGCC España, en Telefónica Onthespot, asegura que la transformación de los espacios físicos – los puntos de venta – pasa inevitablemente por la incorporación de las aportaciones del mundo online. “Los espejos inteligentes en los probadores – señala Lorente – obligan a cambiar los procesos. Requieren una nueva logística y nuevas formas de gestionar, por ejemplo, los stock”. En opinión de este profesional, las tecnologías para “retails” no son, sin embargo, incompatibles con el modelo de negocio tradicional.
La presencia de pantallas en los comercios, la creciente e imparable invasión del dinero electrónico, el uso cada vez más frecuente del móvil o las últimas novedades del showroom comienzan a transformar esos espacios físicos. Modelando, según los expertos, los puntos de venta y cambiando además el entorno en el que se exponen los productos, desde los escaparates a las indicaciones que aparecen en el suelo y que guían al comprador hasta el lugar donde se encuentra el objeto de tu deseo.
En este proceso de adaptación a las nuevas tendencias y avances tecnológicos nos encontramos con dos velocidades: la que imponen las grandes empresas y marcas con mayor implantación en el mercado y la que asumen con mayores dificultades los representantes del pequeño y mediano comercio. Sin embargo, la digitalización en estas empresas pequeñas es ya un hecho constatable, como puede apreciarse en la mayor demanda que reciben compañías especializadas en proyectos de modernización de puntos de venta, como es el caso de Onthespot.
La marca ya no es sólo el producto, sino la tienda en la que puedes encontrarlo. El escenario físico aporta un valor añadido, al igual que lo aporta el marketing, la publicidad digitalizada o la elección de una música ambiente apropiada y sugerente, que haga más placentera y agradable la visita del cliente. Todo está relacionado: el concepto de compra ha cambiado y, en consecuencia, también cambia el espacio físico en el que se realizan las transacciones.
Hace algunos años sería impensable hablar de geolocalizadores que permiten encontrar un producto sin necesidad de recorrer la tienda entera. Como sería impensable que dentro de poco pudieras acceder a un punto de venta, adquirir un producto, sin dinero ni tarjeta, y marcharte a tu casa, siempre que dispongas de una determinada aplicación en tu móvil que deberás activar cuando entras en la tienda. Esta innovación ya la está aplicando de manera experimental Amazon Go, con Just Walk Out (Simplemente Sal Andando).
Con motivo de la inauguración de un centro de moda en una de las zonas más elitistas y caras de Madrid, pudimos comprobar las enormes posibilidades que ofrece la tecnología. Junto a los probadores digitales, con pantallas táctiles desde las que puedes incluso comunicarte con un empleado para demandarle nuevas prendas, el ticket digital o la recepción en tu e-mail del comprobante, se incluye un jardín interior y una zona de recreo, con ipads, libros y futbolín, para que se distraigan mientras usted realiza las compras los pequeños.
