En 2018 llegará el primer barco autónomo, que realizará un recorrido de unos 60 kilómetros para transportar fertilizantes.
El primer barco autónomo se botará en 2018. Se hará en Noruega, donde se ha construido y donde operará. De momento no saldrá de los límites del país hasta que haya leyes internacionales que regulen el tránsito de este tipo de embarcaciones. Aunque lo cierto es que el buque, preparado para transportar contenedores de carga , no empezará la travesía en modo autónomo.
A finales de 2018, cuando se haga a la mar el Yara Birkeland, será un barco con tripulación a bordo. Pasará por otra fase más antes de llegar a su estado definitivo. Al año siguiente está previsto que se opere sin tripulación pero mediante control remoto. Algo similar a como hoy en día se manejan los drones. Y, por último, en 2020 se moverá como barco autónomo.
Su coste ha sido de 25 millones de dólares, lo que supera en unas tres veces el precio de un barco de transporte de su tamaño. Sin embargo, la compañía que lo operará, Yara International, estima que se ahorrará el 90% de los costes de operación. Esta cifra se calcula quitando de la ecuación a la tripulación y al combustible. Y es que el Yara Birkeland será eléctrico.
De esta forma, Yara pretende reducir la contaminación que emite a la atmósfera. Su plan es sustituir a 40.000 camiones de las calles de zonas urbanas. El barco autónomo lo han construido entre Yara International y la compañía tecnológica Kongsberg Gruppen. Su misión será transportar fertilizante salido de una planta de producción, hasta un puerto, a 60 kilómetros de distancia.
Por el momento se trata de una embarcación pequeña. Solo tiene capacidad para 100 contenedores. Pero Yara quiere fabricar en el futuro buques de carga autónomos, a tamaño completo. Aunque esto será cuando la regulación internacional para barcos no tripulados esté lista.
En el año 2020, el Yara Birkeland no estará solo en los mares. La compañía británica Rolls-Royce –que conserva el nombre de su antigua marca de coches de lujo pese a ser un conglomerado industrial– tiene previsto lanzar barcos no tripulados para esa fecha. En principio se espera que sean remolcadores o ferries, pero más adelante también se fabricarán buques de carga.
En este caso se tratará de embarcaciones operadas por control remoto, desde tierra. No habrá tripulación en ellas, pero tampoco serán autónomas como tal. La compañía espera que con estos sistemas los costes de operación se puedan reducir en un 20%.
En Japón es otro de los lugares donde se persigue la construcción de barcos no tripulados. Algunas de las compañías navieras y conglomerados industriales más potentes del país se han comprometido a lanzar buques de carga autónomos para 2025. La empresa no será fácil, sobre todo debido a la magnitud de uno de estos gigantes metálicos. Pero el acuerdo implica a demasiados actores importantes como para que quede en agua de borrajas. De nuevo, aquí la operación no será completamente autónoma sino que se manejarán los barcos mediante control remoto.
Imágenes: ireriverside
