pentagrafeno

Al grafeno le ha salido un potente rival: el borofeno

Un material similar al grafeno, cuya estructura hexagonal cuenta con átomos de boro en lugar de carbono. Así es el borofeno, un material recién sintetizado por científicos de Estados Unidos.

Almacenamiento de energía, catalizadores o material revolucionario en la arquitectura. Estas son algunas de las aplicaciones con las que el grafeno nos ha sorprendido en los últimos años. Desde que Andre Geim y Konstantin Novoselov consiguieron aislar en 2004 las primeras muestras de grafeno, la investigación ha conseguido curiosos e importantes avances en el estudio de este material.

Los científicos de Manchester, mediante el uso de una simple cinta adhesiva, lograron «exfoliar» mecánicamente la mina de un lápiz. Fue así como obtuvieron grafeno, un alótropo del carbono que se dispone formando hexágonos de carbono con una estructura similar a la de un panal de abeja. Su trabajo fue reconocido en 2010 con el Premio Nobel de Física. Pero al grafeno parece haberle salido un competidor: el borofeno. ¿Qué es exactamente este rival?

Diez años después del aislamiento de las primeras trazas de grafeno, especialistas en ciencia de materiales de la Universidad Brown de EEUU postularon que podría haber un material comparable al grafeno. El borofeno presentaría una estructura hexagonal de átomos de boro -al igual que sucede con los átomos de carbono del grafeno-, pero en el centro tendría un átomo adicional de boro.

borofeno

El equipo de Lai-Sheng Wang realizó los cálculos teóricos, planteando la hipótesis de la existencia del borofeno. Una existencia que se ha hecho realidad a finales de 2015, con la publicación en la revista Science del primer trabajo que ha logrado sintetizar borofeno. Un grupo de investigadores norteamericanos desarrolló un proceso de evaporación y deposición del boro en un sustrato de plata, con el fin de crear el borofeno.

Mediante esta estrategia, el grupo de Nathan P. Guisinger consiguió fabricar láminas bidimensionales muy finas de borofeno, de manera similar a lo que lograron Geim y Novoselov hace once años. De acuerdo a los primeros estudios, que deberán confirmarse en el futuro, el borofeno presenta buenas propiedades mecánicas y estructurales.

La construcción de estas monocapas hexagonales de boro deberá también ser mejorada en el futuro. Parece que el grafeno cuenta con nuevos competidores en el ámbito de la ciencia de materiales -como el propio borofeno, el siliceno, el fosforeno o el germaneno, aunque estos deban todavía demostrar las aplicaciones que presentan. Entre otras, la síntesis del borofeno nos permite soñar con el desarrollo de innovadores nanodispositivos relacionados con la fotónica, la electrónica o la espintrónica.

Imágenes | Alexander AIUS (Wikimedia), Nature News

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