La baja latencia del 5G hace posible el control total de un coche en remoto sin riesgo para la seguridad. Telefónica y Ericsson lo han mostrado con éxito en el MWC 2017.
El Mobile World Congress 2017 es ahora mismo un evento gobernado por dos letras: 5G. Después de años donde se hablaba del 5G como de algo vacío y se mostraban simplemente velocidades de descarga superiores, como con el 4G en su momento, operadoras y fabricantes están mostrando, a falta de finalizar el estándar, posibles usos imposibles sin sus avances, y uno de los que más ha sorprendido es la posibilidad de conducir un coche de forma remota, no al estilo teledirigido, sino a muchos kilómetros de distancia.
El hito ha sido posible gracias a la colaboración de Telefónica y Ericsson, y la culpable técnica de que esto sea posible es la característica estrella del 5G, su baja latencia. Con 4G la velocidad de descarga es muy alta, pero es imposible entablar comunicación entre dos dispositivos a kilómetros de distancia y que sea tan instantánea que permita algo tan preciso como la conducción no en línea recta, sino en la llegada a curvas, en el uso del freno, etc.
En la demo mostraron el control de un conductor con volante, pedales y paneles 4K situado en la Fira de Barcelona controlando un coche en el circuito de Idiada, en Tarragona, a una distancia de 70 kilómetros. Para que la experiencia sea segura y basada en la precisión, hay sensores en el coche que transmiten al conductor las sensaciones. Y eso es probablemente lo más espectacular. No sólo es visión, sino también sensación.
Hay muchos aspectos cruciales en la experiencia. Por ejemplo, no sólo es el manejo y control del coche lo que se transmite por 5G, sino también todo el vídeo en 4K, pues en el caso de que haya descordinación el problema acaba siendo el mismo que controlar por 4G en el caso de que fuera posible: choques y salidas de curva al no responder a tiempo.
Para que esto sea posible, ambas compañías están haciendo uso del espectro de alta frecuencia de de 15 Ghz con haces ultra-estrechos. Pero como ambas compañías reconocen, lo innovador de todo esto más allá de la conectividad es la mejora en cuanto a posibilidades que esto trae, incluso algunas que ahora no imaginamos. Quizá sacar esto fuera del ámbito profesional sea complicado, pero al menos muestra que si hace falta controlar un coche autónomo descontrolado, por ejemplo, es totalmente posible incluso a día de hoy, cuando el 5G está aún naciendo.
