En la metodología del aprendizaje basado en proyectos se da importancia a la adquisición de competencias y habilidades por parte de los alumnos, que definirán, además, la estructura del proyecto en el que trabajarán.
El aprendizaje basado en proyectos (ABP) sitúa a los alumnos en el centro del aprendizaje, entregándoles el control sobre qué conocimientos y competencias van a adquirir al tiempo que dan solución a problemas reales. El objetivo de esta metodología es triple: que los alumnos construyan su conocimiento, desarrollen competencias y trabajen de forma colaborativa.
Así funciona el aprendizaje basado en proyectos
1 – Plantea el tema: escoge un tema que sea cercano a la realidad de tus alumnos y que tenga relación con los contenidos que se van a explicar o los objetivos que se van a alcanzar a lo largo del curso. Por ejemplo: alimentación, ¿de dónde vienen los alimentos que consumimos? Una vez explicado el tema, plantea una pregunta guía sobre la que los alumnos comenzarán a generar ideas y a exponer su conocimiento.
De esta forma comenzarán a identificar qué necesitan para encontrar la respuesta y a configurar la estructura del proyecto. Cabe recordar que el papel del docente en el aprendizaje basado en objetivos es el de guía y orientador, dando el control del proyecto y alto nivel de autonomía a los alumnos.
2 – Equipos: crea grupos equilibrados de tres o cuatro alumnos, donde cada uno desarrollará un rol en concreto. El objetivo es que con este reparto tengan mayor autonomía en el trabajo y generen diálogo. En experiencias similares con el programa Talentum Schools los resultados fueron sorprendentes, y tanto alumnos como profesores quedaron muy satisfechos.
3 – Definir el producto final: explica cómo deben dar respuesta a la cuestión que se ha planteado, así como cuáles son los objetivos de este aprendizaje basado en proyectos y qué criterios usarán para evaluarlos.
4 – Organización y planificación: en este paso los alumnos tendrán que presentar un plan de trabajo en el que especifiquen las tareas que hay que desarrollar, quién es el encargado de cada una y el calendario que se han marcado para ello. De esta forma cada uno conocerá y asumirá su responsabilidad en el proyecto. Herramientas como Trello o Wunderlist pueden resultarles útiles para organizarse.
5 – Obtención de información: los alumnos comienzan a buscar y recopilar información para su proyecto. Recuerda que el docente solo está como apoyo y guía para los alumnos, que trabajarán con amplia autonomía en este punto.
6 – Análisis y síntesis: es el momento de exponer la información que se ha recopilado y contrastarla con el equipo. En esta puesta en común los alumnos podrán compartir y discutir ideas para comenzar a estructurar la información.
7 – Producción: donde los alumnos comienzan a dar forma y plasmar su trabajo anterior. En este punto cobra importancia la capacidad creativa, que será importante para el resultado y nota final.
8 – Presentación del proyecto: aquí pondrán en práctica sus habilidades para el storytelling mientras exponen de forma clara lo que han aprendido y cuál es su respuesta a la pregunta guía planteada por el profesor. En este punto los alumnos pueden apoyarse de tantos recursos como deseen: presentaciones, vídeos, imágenes, audios, maquetas, etc.
9 – Respuesta colectiva: es el momento de hacer balance y reflexionar de forma conjunta, todos los equipos más el profesor. La idea es que tras exponer y ver los trabajos de los demás, vuelquen y compartan sus ideas para generar una respuesta consensuada a al pregunta inicial.
10 – Evaluación: siguiendo las pautas establecidas al principio de la exposición del trabajo, habrá una doble evaluación: el profesor evaluará a cada uno de los grupos mientras que cada uno de los equipos hará una autoevaluación de su trabajo, verán en qué aspectos han estado acertados, si ha habido puntos a mejorar, etc.
Si te decides a poner en práctica el aprendizaje basado en proyectos, no dudes en contarnos tu experiencia.