Recientemente, hemos tenido la oportunidad de hablar con Nuria Oliver, Directora Científica en Telefónica I+D, sobre los cambios que están produciéndose a nivel de Big Data e Inteligencia Artificial. Os lo contamos.
Dentro de la actual sociedad conectada se está produciendo una revolución sin precedentes, y de cuyas consecuencias puede que no seamos del todo conscientes.
La cantidad de datos que se genera continuamente en los distintos ámbitos sociales y económicos: empresa, meteorología, medicina, logística… es tal que no ha existido nada similar en la historia de la humanidad. Un proceso que, al final, termina digitalizando el comportamiento humano. Si unimos la combinación de los sistemas de Internet de las Cosas con esa suma ingente de información, obtenemos como resultado billones de elementos conectados que a su vez generarán más y más datos. Uno de los objetivos que busca el ser humano, y que Nuria Oliver sueña, es la posibilidad de “lograr que la conectividad a distancia pueda ser tan natural como un cara a cara”.
El impacto de la Inteligencia Artificial
Para Nuria Oliver, la Inteligencia Artificial es una realidad desde hace tiempo. Define dos tipos:
- La que utilizamos desde que nos despertamos hasta que nos acostamos. Vivimos con ella durante todo el día, ya que interactuamos con sistemas de Inteligencia Artificial mientras usamos nuestros smartphones para, por ejemplo, realizar consultas sobre mapas en Google. Los sistemas de reconocimiento de voz serían otro ejemplo.
- Una opción que va mucho más allá que la primera, y que ya no contempla solo procesos básicos como la recomendación de contenidos, si no la capacidad de un aprendizaje continuo en cualquier situación.
El futuro pasa por Big Data
En este contexto necesitamos comprender y analizar todos esos datos que, de otro modo, serían “basura digital”. Para ello, “es preciso desarrollar herramientas y técnicas de análisis de datos, de Inteligencia Artificial, que puedan encontrar significado en ellos para sacarles partido”, explica Nuria.
Una de las consecuencias de que tengamos siempre el móvil en el bolsillo es que estamos conectados en todo momento y que las interacciones quedan registradas. El trabajo en el análisis de datos personales, con consentimiento, pasa por recomendar al usuario mejores contenidos y más relevantes acordes a las características de cada uno.
Toda esta capacidad puede usarse para ayudar a la sociedad, y ahí entra el concepto de Big Data for Social Good. En suma, los datos, analizados y clasificados, pueden tener un impacto positivo en la sociedad, al permitir ayudar a organizaciones y gobiernos a tomar mejores decisiones. Y es que, permiten entender mejor los patrones de movilidad de una ciudad o país tras, por ejemplo, un desastre natural. En estos casos, hacen posible determinar cuáles son las áreas donde existen más personas afectadas.
Tecnologías estratégicas
Tras siete años trabajando con estas técnicas de investigación, Nuria Oliver explica que la combinación de Big Data con la Inteligencia Artificial con el objetivo de tener impacto positivo en la sociedad va a terminar ayudando a todo tipo de organizaciones a comprender cualquier situación gracias a la ingente cantidad de información procesada y a las conclusiones que pueden derivarse de dicho análisis.
Pero el trabajo del departamento científico de Telefónica I+D no termina ahí. De hecho, otro de sus proyectos consiste en el desarrollo del análisis de voz para entender emociones. Identificar, por ejemplo, en el contexto de los clientes si éstos están satisfechos o no; optimizar redes para determinar la colocación de antenas nuevas, etc.
Muchos de los proyectos tienen el impulso y el desarrollo del concepto de Big Data y la inteligencia artificial como claves principales.
