Su actividad comprendía la producción de energía entre 2016 y 2020, que se verá sustituida por otras energías limpias.
Ha sido una noticia de la agencia de noticias china. La autoridades del país revelan que China ha detenido la construcción de nuevas centrales eléctricas alimentadas con carbón; una de las energías más perjudiciales para el cambio climático. Su objetivo, además de cumplir con las cuotas del Acuerdo de París ratificado por el país asiático, es el combinar las energías existentes con las limpias.
En concreto, China ha detenido la construcción de 150 MW en concepto de nueva capacidad de producción de energía planteados entre 2016 y 2020. Avisan, además, de que todos los proyectos ilegales que se lleven a cabo dentro del país en un intento de aumentar las producciones de energía serán inmediatamente parados y sancionados. Además, en su esfuerzo por llegar a las cuotas establecidas han decidido eliminar 20 GW ya obsoletos en el total de su producción energética y mejorar 1.000 GW para reducir sus emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
En otras palabras, el Gobierno chino quiere poner por debajo de los 1.100 GW su producción de energía en 2020. Y poco a poco están trabajando en ese objetivo; la agencia china explicó que hasta 2014, su producción de energía por carbón había disminuido en un 1,28%, -mucho más de la pauta que habían estado llevando hasta el momento-. Seguido a esto, el país también ha informado de la cancelación de la construcción de 30 gigafactorías de carbón en 2016, y otros tantos proyectos de 120 GW posteriores.
Gracias a todo este trabajo, el consumo de carbón en el país se ha reducido de forma drástica en los último años. Un 4,7% más que en 2015, mientras que la contribución del carbón al consumo total de energía disminuyó entre un 2% y un 62%. En definitiva, todo un respiro para el medio ambiente cortesía de uno de los países más contaminantes y poblados a nivel mundial.
