El fabricante de automóviles estadounidense ha anunciado que lanzará en 2016 un modelo de coche semiautónomo, concretamente un Cadillac.
Se trata de un paso intermedio antes de llegar a los coches autónomos. General Motors, que investiga este campo, ha decidido apostar por una solución a caballo entre los automóviles de hoy en día y los del futuro, como forma de introducir poco a poco la tecnología, además de probar su valor. En 2016, el fabricante de motor lanzará un coche semiautónomo bajo una de sus marcas, Cadillac. El vehículo podrá moverse sin asistencia en situaciones de tráfico denso y caravana e incluso a altas velocidades en autopistas.
El coche semiautónomo de Cadillac estará equipado con sensores que propician que el vehículo se mantenga en su carril, realizando de forma independiente pequeños giros de volante. La tecnología también permite ajustar la velocidad en función de las condiciones del tráfico.
La CEO de General Motors Mary Barra ha destacado la utilidad de esta tecnología cuando hay caravana, pues el conductor se podría relajar, dejar sueltos los pedales y retirar las manos del volante. Es posible hacer lo mismo en una autopista, sin preocuparse por la velocidad. El vehículo tendrá WiFi incorporado y tecnología V2V (vehicle to vehicle) communications, una variación de la tecnología inalámbrica incorporada a dispositivos móviles y ordenadores. Gracias a esta comunicación los coches pueden compartir su posición y su velocidad entre ellos 10 veces por segundo.
Sin embargo, no todo son ventajas. Lo que diferenciará al Cadillac semiautónomo de un coche autónomo, como en los que están trabajando Google, Mercedes, Nissan y otras cuantas marcas, es que con el primero será necesario que el conductor permanezca alerta para tomar el control del vehículo si la situación lo requiere. Esto a pesar de todos los sensores y tecnologías con las que contará el Cadillac, que por cierto será un modelo diseñado para 2017 el que modifiquen para convertirlo en semiautónomo.
Desde General Motors afirman estar convencidos de que esta tecnología puede dar solución a problemas diarios que afrontar millones de ciudadanos continuamente. Respecto a las comunicaciones V2V, el gobierno de Estados Unidos ya ha señalado anteriormente su creencia de que la incorporación de este tipo de conexiones reducirían los accidentes y el consumo de combustible.
Por el momento General Motors ya tiene un objetivo considerablemente más viable que los coches autónomos y con miras a un futuro cercano. La tecnología Super Cruise, que así la llamaron cuando la presentaron en 2012, es el primer paso para avivar el mercado e incentivar la adopción de una tecnología tan rompedora.
Imágenes: General Motors
