Un estudio de Daron Acemoglu del MIT y de la Universidad de Boston Pascual Restrepo desentraña los retos que supondrá la llegada de los robots al entorno laboral.
Se basa en Estados Unidos, pero se puede extrapolar a cualquier otra nación desarrollada del mundo de una manera simple. Y parece que el reciente estudio publicado por un grupo de universidades en el país norteamericano busca criticar, la idea de fondo es sacar el mejor partido de la llegada de los robots al entorno laboral.
Si se miran las cifras absolutas, lo cierto es que entre 1990 y 2007 los robots han quitado 670.000 trabajos en Estados Unidos. Por esta simple razón se le ha achacado, de forma histórica, a esta revolución tecnológica la culpa del aumento de las colas del paro en el país. En este sentido, los investigadores han llegado a la conclusión de que los cambios de este tipo tienen consecuencias directas sobre el empleo, tanto negativas como positivas. Y han insistido precisamente sobre las segundas. Una de ellas atiende a la razón de que las máquinas han ayudado a liberar a los empleados de tareas que pueden hacerse de una manera más rápida y barata. De esta forma, los millones de estadounidenses que se dedicaban a la agricultura hace un siglo, ahora pueden dedicarse a empleos mucho más sofisticados. Sería, en otras palabras, una manera de que el ser humano pueda encontrar nuevos caminos y enfoque una nueva evolución.
Si bien es cierto que un solo robot ocupa tres puestos de trabajo, tanto de la industria como del negocio local. Y esto es un problema a la hora de recolocar a los empleados en nuevos puesto de trabajo. Pero esto, insisten, es una cuestión del diseño de los sistemas económicos y de educación vigentes más que de la propia industria. Si hace unos años la tecnología traía nuevas oportunidades, ahora mismo lo que trae son nuevas preocupaciones. Los expertos coinciden en el hecho de este tema tendrá un gran efecto sobre ciertas generaciones. A largo plazo la idea pasa por una adaptación del ser humano a las circunstancias y, muy posiblemente, por una renta básica universal. Pero de nuevo, esto no es problema de la tecnología, sino de la sociedad misma.
