Con 1.152 metros de altura y un millón y medio de metros cuadrados construidos, ‘The Bridge’, en Irak, tiene la intención de convertirse en el nuevo megarascacielos más alto del planeta. El ambicioso proyecto presentado por AMBS Architects constituirá un referente en tecnología y sostenibilidad.
El objetivo de desafiar a la gravedad construyendo edificios cada vez más altos no se basa en demostrar la supremacía de un estado, ni en conseguir la estructura más estéticamente impresionante jamás construida. La fórmula es simple; a mayor altura, mayor aprovechamiento de la parcela de suelo que la construcción ocupa. Eso sí, no nos engañemos; sacar partido al terreno es importante, pero cualquier país sueña con tener entre sus fronteras el edificio más grande del mundo.
El archiconocido Burj Khalifa de Dubai mantiene el récord de edificio más grande del mundo, con sus casi 830 metros de altura. Su arquitecto, Adrian Smith, romperá de nuevo esta barrera en 2019, con otro edificio en Arabia Saudita llamado Kingdom Tower, que llegará a los 1.000 metros.
Al margen de estos dos, aparece en escena ‘The Bridge’, con un claro objetivo: superarlos a todos y convertirse en el edificio más alto del planeta, con diferencia. Basora, la segunda ciudad más grande de Irak, será la encargada de dar cabida a la megaconstrucción. Es complicado definir un término para referirse a ‘The Brige’, porque, aunque técnicamente es y sería un edificio, los expertos comienzan a referirse a él como la primera ciudad vertical del mundo.
Una de las ambiciosas metas de los arquitectos de AMBS es que el edificio produzca tanta energía como la que consuma. La ‘falda’ que se desprende del edificio, además de proporcionar sombra a un extensa área a su alrededor (cuestión nada irrelevante, ya que en Basora los termómetros llegan a marcar 50º), contendrá miles de panelessolares, híbridos y fotovoltáicos, constituyendo la principal fuente de energía para el edificio.
230 plantas de zonas comerciales, residenciales, oficinas, parques, hoteles, escuelas y jardines, que permitirán a los visitantes disfrutar de sus actividades favoritas a cientos de metros sobre el nivel del mar. ¿Quién no ha querido siempre irse de shopping e un kilómetro de altura?
Eso sí, los más impacientes tendrán que esperar, porque el proyecto no tiene aún luz verde. Se estima que su construcción costará una década de trabajo, por lo que su inauguración, como pronto, será en el año 2025.
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Dada la ‘inmadurez’ actual del proyecto, se desconocen los detalles técnicos que albergará la estructura, más allá del complejo sistema de raíles que funcionará como medio de transporte para los visitantes, o la sostenibilidad que hemos comentado antes. Para amenizar un poco la espera, te contamos algunos de los sistemas tecnológicos más impresionantes con los que cuentan los edificios en la actualidad.
LA TORRE INVISIBLE
El rascacielos de 453 metros de altura que se está construyendo ya en Seúl tiene una peculiaridad que, aunque no sea de las más útiles, seguro que para muchos resulta cuanto menos curiosa.
La Torre Infinity, como la han denominado sus creadores, contará con un sistema de pantallas led a modo de ventanas, acompañado de un sistema de cámaras a lo largo de todo el edificio. Si nos fiamos de la teoría, las cámaras captarán la imagen que se ve desde un lado de la torre, y lo proyectarán en las pantallas correspondientes del otro lado. De esta manera, se creará una sensación de invisibilidad, haciéndonos creer que estamos viendo a través de su estructura de cristal.
Esperamos que no se les olvide poner en la azotea alguna señal para avisar a los aviones que pasen cerca…
EL REY DE LA SOSTENIBILIDAD
El Hotel Hélix, en Abu Dhabi, es actualmente el edificio tecnológicamente más potente del mundo, aunque todavía no ha sido inaugurado. Un edificio abastecido exclusivamente de energía renovable, se alimenta de la energía eólica y solar para su funcionamiento.
Arquitectónicamente no es especialmente espectacular, pero detalles como que la temperatura de sus 208 habitaciones será regulada a través de una cascada interior, hacen que merezca la pena plantearse el pasar unas vacaciones en él. Aunque probablemente, primero tendremos que ahorrar unos cuantos meses…
¿NOS TOMAMOS ALGO EN EL PUENTE?
McDowell+Benedetti han puesto en marcha una estructura cuya utilidad no se puede poner en duda. Esta infraestructura, que se basa en un puente móvil, ofrece a los viandantes una segunda opción para el rato que deben esperar entre que el puente se ‘abra’ y se ‘cierra’, para permitir el paso a las embarcaciones.
Con un giro de 90 grados, el puente pasa a convertirse en una magnífica cafetería con mirador, desde la que poder disfrutar de unas buenas vistas mientras amenizamos la espera con un refresco.
