Elon Musk se ha propuesto hacernos olvidar a la especie actual para darnos un nuevo sitio en el Universo. Para ello ha creado *Neuralink*, la startup clave en el proceso del cordón neural.
Llevar nuestro cerebro a las máquinas mediante la inteligencia artificial no es suficiente. Para los transhumanistas, el futuro pasa por hacer al ser humano más inteligente, llevándolo al límite mediante la integración de tecnología en el cuerpo. Elon Musk es uno de ellos, como demuestra la creación de Neuralink, una startup con la que espera volver a tener éxito favoreciendo avances para el futuro de la sociedad tras fundar Paypal, Tesla o SpaceX.
La fusión del cerebro y la inteligencia artificial es un tema candente en Silicon Valley, y es que otro gran visionario como Mark Zuckerberg tiene en mente desde hace tiempo ideas similares para el futuro de la especie. Una visión muy interesante y aplicable sobre Facebook es aquella que plantea inmortalizar a la gente en las redes sociales. La mejor plasmación de esto es, probablemente, San Junipero, uno de los episodios de la última temporada de Netflix en el que dos personas experimentan lo que es vivir más allá del cuerpo.
Volviendo a Neuralink, las implementaciones más cercanas hasta ahora son aquellas que pasan por la inserción de implantes en el cuerpo, aunque más allá de soluciones médicas para problemas muy localizados, aún no ofrecen incrementos de capacidad de ningún tipo al cuerpo, y tardarán en llegar. Uno de los grandes retos, dejando de lado el no menos importante de la tolerancia de la salud, es la alimentación energética, pues lo último sería tener que «recargarnos» como a los wearables.
Tal y como ocurre con la colonización de Marte, deseo que Musk justifica como vía para la no extinción de la especie, el cordón neural que nos transformará en máquinas no es viable por el momento. Si con el espacio es un asunto de distancia, radiación y coste, aquí a lo último se suma un desconocimiento amplio aún de lo que es el cerebro a nivel profundo.
Estimular el cerebro y ganar mayor capacidad de memoria sería un gran paso teniendo en cuenta el momento en que nos encontramos, aunque los científicos estén hallando formas de comunicarse o incluso «subir» información al cerebro. Otra manera positiva de ver esto es la de que con una integración así podremos dejar de estar obligados a estudiar o aprender por obligación y centrarnos simplemente en realizar procedimientos.
Ejemplo de ello son los asistentes personales: su futuro no pasa por sólo conversar con nosotros, también por ser tan convenientes que podremos librarnos del saber pero no decir adiós al conocimiento. Una expansión de lo que Internet hizo por nosotros.
