Estamos en la época dorada de la inmediatez. Queremos tenerlo todo y queremos tenerlo ahora. Dicen que la mejor albahaca proviene de Génova y que los mejores mangos son de la India, pero conseguir estos productos no siempre es sencillo. Por ello, la industria agrícola quiere aprovecharse de las nuevas tecnologías para conseguir el mejor género a lo largo de todo el año. Propone hacerlo a través de granjas de interior.
La producción de alimentos necesita un cambio. Es una realidad y una propuesta de intenciones por parte del sector agrícola. Desde hace unos meses, es posible ver en las calles de Brooklyn grandes contenedores que aguardan la tecnología que está consiguiendo que el futuro de la comida tenga un nuevo camino. Pero, ¿qué se esconde realmente en estos grandes cubos? La respuesta es sencilla: control climático. Esto permite cultivar productos de todo el mundo en cualquier momento con las condiciones climáticas adecuadas para cada uno de ellos. «En lugar de enviar alimentos a todo el mundo, enviamos los datos climáticos y los incorporamos a nuestro sistema operativo», comentaba Tobias Peggs, el cofundador de Square Roots, empresa pionera en este tipo de técnicas de cultivo.
Esta agricultura es mucho más sostenible, ya que permite distribuir el género a tiendas locales, sin necesidad de grandes transportes contaminantes, pues puede hacerse en bicicleta, por ejemplo. Es el concepto de agricultura urbana en su forma más literal. Además de evitar el coste del transporte y la contaminación que esto implica, el cultivo de interior tiene muchas ventajas como la rápida comercialización, la eliminación de pesticidas y la cosecha continúa durante todo el año.
Las granjas de interior ahorran costes y dan muchos beneficios
A pesar de que el ahorro en gastos de transporte es elevado, la inversión de capital puede llegar a suponer un obstáculo para el desarrollo de este tipo de actividad. Así lo afirma Jeffrey Landau, el Director de Desarrollo de negocio de Agritecture Consulting: «Su sistema de iluminación será uno de sus mayores costos de capital. Y luego está la ventilación, el aire acondicionado, el riego y la cosecha. Cometa un error y tendrá una actualización muy costosa.”
Según afirman los inversores y especialistas, este método innovador es rápidamente escalable según la demanda. Y esto es uno de las especificaciones que se exige a los servicios y productos para poder asegurar su éxito. Así, lo cuenta Tobias Peggs: «Podemos poner una granja de hierbas en una ciudad nueva por menos de 500.000 dólares y crecer en dos meses. Simplemente, presionamos el ‘botón de albahaca’, o menta o estragón, y la caja se configura para crecer en condiciones climáticas óptimas».
