Este año 2013 será el tercero para Green ICT Application Challenge, pero la filosofía sigue siendo la misma de las dos ediciones anteriores. ¿Qué podemos hacer para que nuestras ciudades sean más habitables y respetuosas con el medio ambiente? Mejor dicho, y más concretamente, ¿qué puede hacer un desarrollador? Las mejores respuestas para esta pregunta se darán cita una vez más en este concurso que premia a las aplicaciones más beneficiosas para entornos ciudadanos.
La competición nació para dar respuesta a una necesidad: la aspiración a evolucionar hacia verdaderas smart cities, sostenibles y viables. El transcurso de la vida de las personas en la Tierra ha dado lugar a una serie de amenazas al medio ambiente que se han convertido en problemas de magnitud aún por resolver. La gestión de las energías, la polución o los residuos son algunas de las cuestiones que están sobre la mesa en los gabinetes de gobierno de muchas ciudades del mundo.
Precisamente estos problemas de orden ciudadano son los que afrontan las aplicaciones que se han presentado en las dos anteriores ediciones del Green ICT Application Challenge. No se trata de proyectos a gran escala, con previsión de incontables recursos, pero sí de proyectos ambiciosos. Se trata de construir una smart city de abajo a arriba. La creación de un software para controlar el consumo energético de un hogar no va a modificar el gasto en electricidad de toda una urbe, pero es un ejemplo a seguir.
Aplicaciones para el ciudadano medio
En la segunda edición del concurso, el ganador había desarrollado una aplicación de Facebook para comparar el consumo eléctrico, así como las emisiones, entre amigos. Andreas Kamilaris, informático especializado en redes, recurrió a conceptos sencillos para crear ‘SocialElectricity’. Dentro de la red popular más grande del planeta, el software podría pasar por un juego más, sin embargo, su objetivo va más allá de proporcionar a los usuarios un elemento comparativo para retar a su gente más cercana.
El proyecto mide el consumo energético propio y la huella que éste deja en el medio ambiente. Se puede comparar con el de los amigos, pero también con las estadísticas de la localidad, la ciudad o incluso el país. Con estos datos los usuarios toman conciencia de cómo afecta su comportamiento al entorno global, adquiriendo además conocimientos de cómo reducir este impacto.
La ganadora del primer Green ICT Application Challenge, en el año 2011, fue ‘Smart Recycling’, construida por Lis Lugo Colls, procedente de España. Su objetivo es apoyar el reciclaje y mejorar la gestión de los residuos. También lo hace a pie de calle, como su sucesora. El software ayuda a los usuarios a localizar en su zona residencial contenedores para reciclar distintos tipos de materiales.
Los beneficios no sólo se reflejan en la comunidad local. Esta aplicación involucra al ciudadano directamente en la gestión de los residuos, mientras que es un instrumento para cumplir los programas de reciclaje de las autoridades. De nuevo estamos ante un desarrollo pensado para un habitante más de la ciudad que debe contribuir a su sostenibilidad.
No existen las soluciones mágicas
Los proyectos de Green ICT Application Challenge que más interés han suscitado siempre han tenido un componente social y masivo. El concurso no busca una aplicación que resuelva de golpe los problemas de energía de una ciudad o que la libre de residuos. Todos éstos son problemas de magnitud suficiente como para tratar de borrarlos del mapa con una varita mágica. En cambio, hay desarrollos que sí pueden contribuir a mejorar la situación sensiblemente en un futuro cercano.
Una de las aplicaciones que pasó por la competición fue ‘Standby Monitor for Home Appliances’, que muestra cuál era el consumo energético de cada uno de los dispositivos de un hogar. De esta forma se puede saber en qué momento y con qué aparatos se está malgastando electricidad.
Una iniciativa relacionada es la que propuso ‘Electrosoft’, que flexibiliza el consumo de electricidad según sea necesario, ampliándolo o reduciéndolo a mínimos cuando sea posible. Su utilidad se encuentra en impedir el montón de kilowatios que se derrocha día a día en las ciudades por mantener en funcionamiento sistemas eléctricos que no están haciendo un servicio en ese momento.
Para alcanzar la sostenibilidad, los millones de habitantes que poblamos las ciudades debemos tomar conciencia de la situación. Pero éste es sólo el primer paso. Lo siguiente es actuar y muchas veces no se puede hacer nada sin los recursos necesarios. Las aplicaciones del Green ICT Application Challenge pretenden ser esos recursos para implicar a los ciudadanos.
Los desarrolladores interesados en participar en Green ICT Application Challenge III deben rellenar este formulario.