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Renovarse para ahorrar: así puedes hacer tu antigua casa mucho más eficiente

Las facturas de la luz crecen mes a mes de forma irremediable. En parte es inevitable, pues cada vez usamos más electrodomésticos y dispositivos electrónicos y eléctricos. Pero, ¿realmente hemos hecho todo cuanto está en nuestras manos para reducir esa factura? El reto de un edificio inteligente es, mediante la tecnología, ser al mismo tiempo en edificio sostenible: ofrecer servicios, comodidad y seguridad, algo irrenunciable. Pero, a la vez, reduciendo el consumo de agua, gas, luz y electricidad.

Telefónica ha participado en infinidad de proyectos que han convertido edificios emblemáticos de empresas como BBVA, Repsol o FCC en edificios inteligentes dotados de mayor seguridad y mejores comunicaciones. Y en algunos de esos proyectos, la eficiencia y la sostenibilidad también han jugado un papel importante. Es el caso de l’Ajuntament d’Alcoi, en Alicante. Concretamente, en sus instalaciones deportivas.

Combinando tecnologías como Big Data, Internet of Things y la nube, Telefónica ha conseguido que el Centro Deportivo Municipal Eduardo Latorre de Alcoi sea más eficiente. Controlando en tiempo real el consumo eléctrico, gas, agua fría y agua caliente. Así como la alimentación energética mediante energía solar fotovoltaica. Todo ello haciendo compatible la comodidad y salubridad de las instalaciones: control de temperatura y humedad ambiente, dentro y fuera de las instalaciones, medidor de CO2 y, finalmente, monitorización de la entrada para controlar el aforo.

Un proyecto que la compañía presenta en el marco de la celebración del Mobile World Congress de Barcelona bajo el lema Transformation is Now. Un lugar en el que se pondrán en común todas las propuestas vinculadas a la conectividad, 5G, industria conectada o la sostenibilidad.

Edificio sostenible, hogar inteligente

Cámaras, sensores, termostatos inteligentes, aplicaciones móviles, ordenadores conectados en red, conexiones de banda ancha, enchufes inteligentes… Los elementos que hacen posible que un edificio inteligente cumpla con las normativas de sostenibilidad y eficiencia también se pueden instalar en nuestros hogares. Obviamente, a una escala más reducida.

Ya hace años que quienes cuentan con una instalación de gas natural para calentar su hogar disponen de termostatos que se pueden programar para activarse o desactivarse automáticamente en determinados momentos del día y a determinadas temperaturas. El ahorro de consumo y económico son considerables. Además, hoy en día, los termostatos inteligentes permiten activar o desactivar sus funciones desde el teléfono móvil, estés donde estés.

Enchufes y bombillas inteligentes son también un elemento de domótica o Internet of Things fáciles de instalar y que nos pueden ayudar a reducir el consumo de luz y electricidad haciendo de nuestro hogar un edificio sostenible. Podemos programarlos para su encendido y apagado según las horas del día, y de la noche. Regular su intensidad en función del ambiente o del uso que queramos darle, encender un número determinado de bombillas según la cantidad de luz que requiramos…

Por su parte, los enchufes inteligentes permiten monitorizar el consumo de electricidad. Muy útil para detectar qué electrodomésticos o dispositivos son menos sostenibles. También nos ayudarán a encender aparatos sin que estemos presentes para realizar determinadas tareas. Y así adaptarnos a los precios de la electricidad a lo largo del día. Y, por último, resultan prácticos para combatir el consumo fantasma de ciertos aparatos, como televisores, que gastan energía incluso estando en modo standby.

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Fuente: Brand Factory Telefónica

Dispositivos conectados para todos los bolsillos

Tener un hogar inteligente no tiene porqué ser caro. Obviamente, requiere de cierta inversión. Pero la contrapartida es un ahorro a medida que vamos optimizando el uso que hacemos de los recursos disponibles (agua, luz, electricidad, gas). Todo ello gracias a esos dispositivos conectados que colocaremos en distintas partes de nuestra vivienda.

Además de los mencionados anteriormente, podemos disponer de otros muchos dispositivos de domótica para tener una casa inteligente. Por ejemplo, relés y persianas inteligentes que nos permitan reducir o aumentar la entrada de luz natural en función del momento del día. Así controlaremos la temperatura de las distintas estancias para evitar calor o frío. En consecuencia, evitaremos después tener que acudir al aire acondicionado o a la calefacción.

A la lista podemos añadir medidores de energía. Son más difíciles de instalar pero nos darán cifras exactas del consumo de electricidad en cada rincón de la casa. Termómetros y otros sensores inteligentes que muestran los datos y los envían a una aplicación móvil para centralizar la información y así acondicionar mejor nuestro hogar de manera natural.

Este tipo de dispositivos funcionan mediante Bluetooth o Zigbee, tecnologías inalámbricas que pueden conectarse a dispositivos inteligentes como los de Apple, Google y Alexa para así centralizar su funcionamiento desde nuestro smartphone.

Monitorizar, una clave de la sostenibilidad

Hemos hablado del ahorro en gas, luz y electricidad. Pero, ¿y el agua? La respuesta parece fácil, grifos inteligentes. Y aunque no son muy comunes, podemos encontrar en el mercado grifos de este tipo para el hogar. Si bien están más normalizados en sitios públicos o empresas. Con este tipo de aparatos podemos regular la cantidad de agua, activar el grifo por movimiento, combinar agua fría y caliente de manera sostenible o que se desactive al cabo de unos minutos para reducir el consumo de agua. O los inodoros inteligentes, que combinan bidet e inodoro. Y, además, facilitan el ahorro de agua mediante chorros o descargas ajustables.

En definitiva. La Internet of Things no tiene porqué ser algo limitado a edificios inteligentes o a grandes empresas. Cualquiera puede tener un hogar inteligente y conectado que actúe como edificio sostenible. A pequeña escala. Gracias a una conexión de banda ancha como las actuales podemos conectar multitud de dispositivos. Y así optimizar el consumo que hacemos en nuestro hogar, reduciendo la factura sin renunciar a la comodidad.

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