El uso de la inteligencia artificial (IA) en medicina acelera la detección precoz de las enfermedades, así como mejora la práctica médica en general. Esto se trata del uso de algoritmos robóticos capaces de un autoaprendizaje.
Estos algoritmos analizan una gran cantidad de datos en poco tiempo y con precisión. De esta manera, identifican situaciones de riesgo para los pacientes que un médico podría pasar por alto. Así pues, no es exagerado afirmar que la tecnología de la IA puede revolucionar la medicina.
El uso de la IA aparece en el horizonte como una ayuda invaluable, para los médicos. Puesto que lograr un diagnóstico oportuno del cáncer ha sido, durante años, una de las mayores preocupaciones de la medicina. Especialmente del cáncer de mama. Este ya superó al cáncer de pulmón en cantidad de pacientes, pues se estima que más de 2 millones de personas lo padecen cada año.
El aporte de la IA a la detección precoz del cáncer de mama
La Asociación Española contra el Cáncer recomienda a las mujeres realizarse una mamografía cada 2 años, a partir de sus 50 años. Según las estadísticas, este rastreo permite detectar los casos incipientes de la enfermedad, para tratarlos a tiempo y reducir los desenlaces fatales.
Uno de los problemas con las mamografías es que su interpretación depende del radiólogo que hace la lectura del estudio. Al tratarse de seres humanos, errar en esa interpretación es posible. Si bien se puede subsanar parcialmente este obstáculo, con una nueva mamografía y un informe más preciso, el tiempo ya ha pasado. Es decir, se ha retrasado la detección precoz y el abordaje de la patología se complica.
La IA, desarrollada por la startup alemana Vara, se postula como una ayuda para los radiólogos que interpretan mamografías. No se trata de una tecnología que viene a suplantar a los médicos, sino a apoyarlos.
El estudio científico que validó la IA de Vara
La revista científica Digital Health de The Lancet publicó un trabajo Leibig et al en el que se analiza la aplicación de la IA Vara en Alemania. Con una base de datos de más de un millón de pacientes, la tecnología tuvo la oportunidad de probarse en condiciones reales.
Se configuraron diferentes algoritmos para que la inteligencia artificial repasara las mamografías en busca de señales de cáncer. Si la IA encontraba un signo compatible con malignidad en una imagen clasificada como normal, el sistema alertaba al radiólogo para que revise el informe.
El resultado final reveló que la sensibilidad en el diagnóstico, al compararla con los radiólogos que solo interpretaron los estudios sin IA, aumentó un 2,6%. Esto quiere decir que el uso de los algoritmos de Vara incrementa la capacidad de detección precoz del cáncer de mama.
La detección precoz con IA es el futuro
La IA de Vara, probada en el mundo real de la medicina, da cuenta de la importancia que tiene la tecnología en la salud. Al incorporar algoritmos de ayuda para los médicos, los errores se reducen.
Un estudio científico publicado en European Radiology ya había corroborado que el cáncer de mama se diagnosticaba mejor con el apoyo de la IA. Los algoritmos, según los autores del trabajo, reducen el tiempo que pasa entre el inicio silente de la enfermedad y la detección precoz con las mamografías.
Ganar tiempo es clave en los cánceres. A quienes se les ha detectado de manera temprana el cáncer viven más años luego del tratamiento y lo hacen con una mejor calidad de vida.
Los sistemas de salud entienden que este es el futuro. Así ya hay hospitales interesados en aplicar el mismo mecanismo, primero a modo de prueba, luego como una herramienta agregada para los profesionales.
La tecnología no reemplaza a los médicos
La detección precoz del cáncer de mama con la IA de Vara no queda solo en manos de los algoritmos. Siempre hay una revisión médica para hacer la corroboración final.
Un análisis de esta experiencia alemana lo recalca: la inteligencia artificial, por sí sola, también tendría errores. De hecho, la combinación del saber humano con la potencia de la tecnología redunda en resultados más precisos y específicos. De ahí que se deba resaltar que la IA no suplanta a los profesionales de la salud. Al contrario, los apoya para progresar y para brindar mejor atención a sus pacientes.
Imagen de Brand Factory.