Era un paso lógico pero a todo el mundo le ha pillado por sorpresa.
Hace unas semanas, los rumores en los mercados internacionales apuntaban a que Elon Musk, CEO de la compañía de coches eléctricos Tesla y presidente de SolarCity, su iniciativa de fabricación de paneles solares, estaban próximas a integrarse en una sola entidad. En un complejo movimiento empresarial, que buscaba sobre todo solventar las pérdidas de la segunda entidad, el mundo miraba atónito al movimiento estratégico de Musk.
Sin embargo, los últimos rumores que circulan sobre SolarCity ya dejan ver cuáles son las intenciones de la unión de estos dos imperios.
La energética está cercana a lanzar un techo solar para automóviles. Lo cual sería perfecto para complementar la tecnología de los coches de Tesla o de vehículos convencionales. Para Musk, la energía de la que disponen sus coches y la solar son elementos totalmente compatibles y necesarios. Los dos, al final, son 100% sostenibles.
Y es aquí donde se integran estas dos entidades. Pese al desarrollo de la energía solar en el mundo, este mercado se encuentra excesivamente saturado por cientos de empresas que han florecido bajo el crecimiento de los recursos sostenibles. Buscar un nuevo objetivo de negocio era más que necesario.
Pese a algunos indicios que apuntaban a que el techo solar sería un panel solar adaptado, Elon tiene claro su objetivo en este campo. La estética y la usabilidad han sido retos que siempre ha tenido muy presentes en todos sus proyectos. Por lo que su nueva ambición no pasa por incrustar un panel y dejarlo circular por el mundo. Su reto es hacer que el propio techo del vehículo sea un panel solar. Las conexiones y el aprovechamiento de la energía generada y disponible, pasando además por las cuidada estética, se incrementan de forma exponencial.
Si hay una cosa clara en todo esto es que Musk no hace nada sin ningún objetivo y todo está pensado al milímetro.
