¿Quién no ha escuchado alguna vez eso de que los amantes de la conducción nunca aceptarán vehículos eléctricos o híbridos?
Se suele decir que para disfrutar de un coche hay que sentirlo, saber conducirlo y escucharlo. Esto suele ser sinónimo de combustibles fósiles. Pocos amantes de la conducción dirían que llevar un coche eléctrico produce las mismas sensaciones que uno tradicional. Esta pasión por los coches suele estar vinculada a las grandes marcas.
¿Un Ferrari eléctrico? De momento esa posibilidad no se ha presentado. Pero hay otro grupo de vehículos que sí se han postulado ante la idea. El grupo británico Juguar Land Rover no ha querido quedarse atrás en la fabricación de coches eléctricos. Es más, la compañía de coches ha querido dar un golpe sobre la mesa y ha anunciado que a partir de 2020, todos sus nuevos modelos serán eléctricos o híbridos. Con esto, añaden, no quiere decir que vayan a esperar a esa fecha para empezar con la producción de modelos mínimamente respetuosos con el medio ambiente. En 2018 pondrán a la venta el Jaguar I-Pace que será eléctrico.
La filial de Tata Motors es una de las primeras compañías, quitando a Tesla que ya es una nativa en el sector de los modelos eléctricos, en poner una fecha límite a la fabricación y diseño de coches con motor de combustión. La imagen que Elon Musk dibujó hace unos años está empezando a cumplirse y las grandes compañías de coches están cambiando sus modelos de negocio. Volvo, que se puso fecha límite en 2019 y Aston Martin en 2025 serían otras multinacionales que ya han iniciado el cambio.
Aún así, el propio CEO de Juaguar, Ralf Speth, confirmó que, pese a los esfuerzos de los fabricantes por ponerse fechas límites y lograr llegar al umbral de 2040 -el límite legal para Reino Unido en lo que a vehículos se refiere- la realidad es que los motores de combustión interna, el petróleo o diesel, aún tienen una esperanza de vida muy alta.
