La línea que separa al ser humano de la máquina es cada vez más difusa, y Elon Musk es uno de los grandes impulsores de este proceso que va a revolucionar para siempre la historia de la humanidad.
Elon Musk continúa planteando los siguiente pasos en el futuro de la humanidad. En ocasiones sus ideas pueden parecer delirios de grandeza irrealizables, sin embargo, el futuro es cada vez más palpable. Lo que parecía producto de la ciencia ficción comienza a formar parte de nuestro día a día, y los sueños de Musk parecen cada vez un poco más cerca de hacerse realidad.
El nuevo gran proyecto consiste en una tecnología que permita conectar el cerebro a un ordenador. Neuralink es la startup encargada desde 2017 del desarrollo de un sistema de implantes mediante hilos con potencial para contribuir en el tratamiento de distintos trastornos cerebrales y en ambiciosos retos para el futuro de la humanidad.
Simbiosis entre el ser humano y la Inteligencia Artificial
A pesar de que su principal motivación es favorecer a los avances en el campo de la medicina, Neuralink podría suponer la simbiosis definitiva entre el cerebro humano y la Inteligencia Artificial. La posibilidad de realizar unos implantes en el tejido cerebral de una persona le permitirían ser capaz de completar operaciones de lectura y escritura, y de manejar un gran volumen de datos.
Entre las múltiples aplicaciones médicas que incluye se encuentra la posibilidad de devolver la movilidad a las personas con alguna extremidad amputada mediante el uso de prótesis inteligentes, así como a aquellas con algún tipo de deficiencias auditivas o en el sentido de la vista.
La implantación de Neuralink será posible mediante un robot quirúrgico que simula el funcionamiento de una máquina de coser. Los hilos, de gran flexibilidad y delgadez, dotarían al cerebro de una capacidad para comunicarse inalámbricamente con dispositivos conectados externos.
Conexión inalámbrica con dispositivos externos
Neuralink proporcionará una monitorización en tiempo real con una libertad de acciones sin precedentes. La compañía de Musk ha previsto que las primeras pruebas con humanos comiencen en 2020 gracias a la colaboración con destacadas universidades e instituciones académicas.
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