Un vertido de petróleo siempre supone un desastre ecológico que perjudica tanto al ecosistema marítimo como al terrestre de un litoral. Las tareas de limpieza y restauración conllevan un gran esfuerzo económico y humano. El equipo de Seth Darling, científico del Argonne National Laboratory, ha creado una esponja que permite la extracción de hidrocarburos del agua de una manera simple y eficaz.
La esponja está compuesta de una espuma de poliuretano o plástico de poliamida cuya estructura está recubierta por moléculas de silano que atraen el aceite. Si se produjese una fuga de hidrocarburos en alta mar, esta herramienta podría evitar que se extendiera demasiado y que provocase daños que pudieran prolongarse en el tiempo.
Durante la fase de diseño de la esponja, los investigadores observaron que con la cantidad justa de silano el petróleo puede ser absorbido y liberado sin que ello afecte a la capacidad de absorción de la espuma, a diferencia de lo que ocurre con otros materiales empleados para el mismo objetivo. Por ello, esta revolucionaria composición química permite a la esponja ser un perfecto imán para el petróleo. Esta herramienta podría facilitar la recogida del crudo y reutilizarla cuantas veces se requiera impidiendo que gran parte del vertido pueda alcanzar la costa.
Pruebas y resultados
A principios del pasado diciembre, los diseñadores realizaron las pruebas en el National Oil Spill Response Research & Renewable Energy Tests Facility en Leonardo, New Jersey. En una piscina destinada para la práctica de respuestas de emergencia en caso de derrames de petróleo dispusieron una serie de cojines, de unos seis metros cuadrados, elaborados con el material en frente de una manguera de aceite. Una vez absorbido el combustible se traslada la esponja a un escurridor. Repitieron el proceso durante varios días y estudiaron la extracción del crudo desde el agua. Los resultados fueron muy positivos y mostraron una capacidad de absorción que es 90 veces mayor a la del propio peso de la esponja.
El equipo reconoce que aún falta la prueba y el análisis sobre cómo reacciona en un derrame de petróleo a gran escala y en condiciones reales. El siguiente reto del equipo es conocer el comportamiento del material sometido a las corrientes y altas presiones que se dan en las profundidades del mar.
En pro de la limpieza y restauración de los ecosistemas
En este contexto, Darlin declaró que “en un mundo ideal, las esponjas estarían almacenadas allá donde haya operaciones en alta mar, gran cantidad de tráfico marítimo o en las plataformas petrolíferas, listas para cuando un vertido ocurra”.
A pesar de que actúan diversos factores a la hora de medir las consecuencias de una “marea negra” es nuestra obligación preservar el medio ambiente y reparar los daños que podamos ocasionar debido a nuestra actividad y su influencia. Con creaciones como la esponja de Seth Darling y su equipo, se facilita el arduo trabajo que supone la limpieza y restauración de los ecosistemas afectados por esta clase de desastres.
