El pasado 20 de julio se cumplieron 50 años de la llegada del hombre a la Luna. El Apolo 11 marcó un antes y un después en la historia del mundo. Hoy, cinco décadas después, ¿qué proyectos tienen como protagonista al satélite natural de la Tierra?
Donald Trump ha marcado un objetivo para su país: volver a pisar la Luna en el 2024. Aunque lo ha hecho vía Twitter y, como es habitual, sus manifestaciones suelen ser confusas. No obstante, los expertos afirman que es muy complicado que alguien vuelva a pisar el satélite en un espacio de tiempo tan corto, ya que se trata de un reto muy caro y arriesgado.
Además, en este momento, hay menos motivaciones para hacerlo. Haym Benaroya, ingeniero aeroespacial de la Universidad de Rutgers, constata que «Hay menos motivación política. Hoy, como hace 50 años, la gente tiene muchos otros problemas. Pero hoy no hay un John Fitzgerald Kenney capaz de motivar a la gente». «El ambiente es muy distinto. Los jóvenes no se acuerdan de cómo nos aterraba la guerra fría. El factor miedo fue un incentivo enorme. Nada de eso existe hoy. Nadie decidiría ir a la Luna por razones geoestratégicas», reafirma Roger Launius, ex historiador jefe de la NASA.
Aun con todo esto, los proyectos con foco en la Luna siguen teniendo una gran presencia.
A mediados del mes de abril, la NASA pidió a la industria espacial estadounidense nuevos proyectos reales para aterrizar cargas útiles en la Luna. Durante la próxima década, se espera que haya múltiples acciones para lograr este objetivo. En principio, la primera misión tendrá lugar en diciembre del 2021. En paralelo a Estados Unidos se encuentra China, que, a principios del 2019, envió un robot al lado oscuro de la Luna, llamado Chang’e 4. Con ello demostraba su gran interés en la vuelta al satélite. Aunque aún no hay fecha confirmada, parece que llegarían a la Luna en el año 2036.
La irrupción de empresas privadas como Space X o Virgin Galactic ha supuesto un gran cambio en el avance espacial. Ambos han demostrado una buena capacidad de transporte humano. Sin embargo, su negocio espacial solo se centraría en los satélites comerciales. De momento, parece que no tienen como objetivo el transporte humano al satélite de la Tierra.
