Teresa Perales se siente orgullosa de haber conseguido 27 medallas paralímpicas a lo largo de su carrera, pero más aún de las relaciones interpersonales que le han ayudado a alcanzarlas y a mantenerse en lo más alto. La nadadora española las define como su “círculo de oro”, un espacio integrado por su madre, su hermano, su marido, su hijo y sus entrenadores, entre otros.
A los 19 años le detectaron una enfermedad neurológica que le llevó a perder la movilidad en las piernas. Se refugió en la natación, un deporte que no había practicado hasta ese momento, y en menos de un año comenzó a competir. En una conversación con Mejor Conectados, una iniciativa de Telefónica, Teresa Perales comparte cómo rodearte de buenas personas puede ayudar a adaptarse a cualquier cambio.
¿Quién es Teresa Perales?
Teresa Perales es la nadadora más laureada de los Juegos Paralímpicos. Suma 27 medallas en esta competición y su trayectoria ha sido reconocida con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2021. Su recorrido ha estado lleno de éxitos, más de los que pudo imaginar cuando comenzó en la natación después de perder la movilidad en las piernas a causa de una neuropatía.
Fue un momento complicado. La nadadora española había perdido a su padre cuatro años antes viviendo una de las experiencias más duras a las que nos podemos enfrentar como seres humanos. Su madre se encargó de proteger y cuidar de ella y de su hermano, siempre con la idea de que había que avanzar pese a la adversidad. Ese ejemplo de fortaleza fue el que a los 19 años le llevó a adaptarse al cambio y a dar su mejor versión.
Su actitud no solo le ha llevado a convertirse en una de las atletas profesionales más reconocidas, sino también a cumplir su sueño de ser Embajadora de paz y buena voluntad de las Naciones Unidas, gracias a Fundación Telefónica. “Soy una hormiguita más de entre un grupo enorme de gente maravillosa que dedica su tiempo, su esfuerzo, su cariño y su amor a ayudar a otras personas a las que no conocen de nada. Y eso es mágico”, explica sonriente.
Las relaciones interpersonales que han impulsado su camino
Para Teresa Perales siempre ha sido muy importante la familia. Creció en un entorno muy acogedor en el que valores como el respeto, la gratitud y la resiliencia estaban siempre presentes. Además de la conexión con su madre, figura que califica de referente, una de las más bonitas fue la que surgió con su marido, Mariano Menor, en el ámbito deportivo.
Comenzaron a salir juntos después de los Juegos Olímpicos de Sidney 2000. Cuatro años más tarde, tras los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, se casaron y tuvieron un hijo. “Ellos lo que me han dado ha sido la motivación para vivir”, afirma, y complementa esta declaración asegurando que son dos de las personas que le conectan a lo bonito, a lo positivo.
La trayectoria profesional de Teresa Perales tampoco puede entenderse sin sus entrenadores, Ramiro y Ángel, quienes además de ayudarla a conseguir todas sus metas, le han hecho ser más fuerte. Gracias a sus palabras y apoyo, la nadadora ha conseguido ganar la confianza y tranquilidad necesaria para convertirse en la mejor nadadora paralímpica de la historia. Descubre su historia completa en Mejor Conectados, una iniciativa de Telefónica.
