Cada vez está más cerca el sueño de conseguir vehículos sin conductor que permitan al humano no tener que conducirlos. La prueba está en San Sebastián, donde está siendo probado el primer servicio público de autobuses sin conductor en el Parque Científico y Tecnológico de la ciudad.
Hace años, un spot de BMW para televisión enseñaba los placeres de la conducción remitiendo a la pregunta de: “¿Te gusta conducir?” Con el paso del tiempo y la evolución tecnológica, y ante este panorama, surge una pregunta trascendental: ¿son lo mismo los coches autónomos que los coches sin conductor? Pues no. De hecho, los coches autónomos no son nuevos, ya que existen desde hace décadas gracias a herramientas como el control de velocidad de crucero, el aparcamiento automático y el control de velocidad autoadaptable que reacciona según la distancia con otros vehículos. Así, ahora, la autoconducción y los vehículos sin conductor, como el famoso coche que conducía Michael Knight (El Coche Fantástico), están más cerca de lo que pensamos, y los volantes serán reemplazados por sistemas de sensores, radares y GPS en no mucho tiempo.
La realidad es que, poco a poco, los vehículos sin conductor van tomando forma. En Estados Unidos, las primeras pruebas con el vehículo de Google están siendo un éxito con más de 2,7 millones de kilómetros realizados.
Tal es el punto de satisfacción con la evolución de este tipo de vehículos, que los primeros proyectos de transporte sin conductor han llegado a Europa de la mano de la Comisión Europea, que, a través del Séptimo Programa Marco, ha elegido cuatro ciudades como escenarios estratégicos para realizar las primeras demostraciones de autobuses automatizados:
- Lausanne (Suiza)
- La Rochelle (Francia)
- San Sebastián (España)
- Trikala (Grecia)
Durante tres meses, el Parque Científico y Tecnológico de San Sebastián verá circular por sus calles el primer autobús sin conductor como explica María Izaguirre, Socia Directora de la consultora Novadays, que, junto al centro de investigación Tecnalia, está desempeñando esta iniciativa a nivel nacional. “Es la primera vez que se pone en una situación real un vehículo motorizado que funciona como transporte público”.
Proyecto CityMobil 2
El objetivo de CityMobil 2 es profundizar en la integración de este tipo de vehículos en el espacio urbano y su entorno real. Y en este contexto, se ha elegido a la ciudad donostiarra para desarrollar este sistema al ser un entorno cerrado, ya que el autobús solo circulará por dentro del Parque Tecnológico, facilitando así su implantación.
Una de las ventajas de este proyecto es que este servicio ayudará a los problemas de movilidad que sufre el Parque Tecnológico ante la ausencia de conexiones de transporte público que enlacen con la ciudad. “El transporte público urbano e interurbano no entra en el Parque, y con el autobús lo que pretendemos es dar un servicio donde los vehículos tradicionales no son eficientes”, añade Maria Izaguirre.
¿Cómo son los autobuses?
Tres unidades son las que van a rodar por el recinto tecnológico. Cada una de ellas puede llevar un máximo de diez pasajeros en un recorrido de dos kilómetros de longitud, que cuenta con diez paradas, y que, además, están adaptados para personas de movilidad reducida.
Otra de las facetas a tener en cuenta es que su propulsión es 100% eléctrica, y constan de un botón de parada de emergencia que es la única interacción posible con los usuarios, pues las tres unidades se encuentran conectadas a un centro de monitorización vía WiFi, que además incluye un sistema de posicionamiento GPS de alta precisión.
Todo ello para lograr una eficiencia dentro del marco del Parque Tecnológico, que cuenta con 92 empresas y más de 4.000 empleados a los que hay que añadir instituciones como el Museo de la Ciencia que generan una gran afluencia de público.
Los tres autobuses, que ya han comenzado a funcionar, serán gratuitos, y en horas punta funcionarán coordinados con el transporte público de la ciudad.
Un sueño que, poco a poco, está llegando a nuestras carreteras, y que algún día permitirá ver con normalidad que una persona disfrute de una película en el asiento del conductor mientras la automatización del vehículo nos lleva al lugar deseado sin problema.
