Investigadores de la Universidad de California demuestran los efectos positivos del uso de tablets en educación, especialmente en niños con autismo
El papel de las tablets en educación cada vez tiene una mayor relevancia. Consideradas como los recursos didácticos electrónicos del futuro, diversos estudios han analizado su influencia en capacidades como la memoria, la comprensión lectora, la creatividad o la motivación del alumnado.
Su uso, sin embargo, puede ir más allá. Y es que estos dispositivos móviles pueden también ser de gran ayuda para niños con autismo, un trastorno que afecta directamente a la actividad social, las habilidades comunicativas y a la conducta de estas personas. El conocido como trastorno del espectro autista engloba a su vez diversos síndromes, como el de Asperger, el de Rett o el autismo clásico.
¿Cómo puede influir el uso de las tablets en la terapia de los niños autistas? Para comprender sus efectos, investigadores de la Universidad de California decidieron emplear iPads como herramientas complementarias en las terapias habituales de los más pequeños. Los niños participantes, que tenían edades comprendidas entre los 5 y los 8 años, tenían un grave problema: conocían y entendían menos de 20 palabras.
Estos fallos en su lenguaje se observan en el 30% de los casos de personas diagnosticadas con el trastorno del espectro autista. Para ello, la psicología aborda diversas formas de tratar a estos niños, con terapias personalizadas y juegos, y en algunos casos, emplea determinados medicamentos.
Los científicos estadounidenses quisieron probar si, como parece, las tablets en educación tienen una influencia positiva en unos alumnos tan especiales como los niños con autismo, donde se ven alterados el habla, el rendimiento escolar, las destrezas motoras o incluso las habilidades cognitivas.
Las primeras pruebas duraron tres meses, y en ellas los investigadores separaron a los estudiantes en dos grupos: los que utilizarían el iPad como herramienta complementaria a las terapias y juegos, y los que no usarían ninguna tablet. Los primeros alumnos experimentaron una mejoría clara en el 78% de los casos, mientras que este porcentaje se reducía al 62% en los niños que no usaban el iPad.
En el segundo grupo, si los estudiantes no demostraron ningún tipo de mejoría, los científicos iniciarían un segundo período en el que introducirían el iPad como herramienta complementaria. El incremento en el rendimiento, aunque existía, no era tan claro como en aquellos niños que usaban el dispositivo desde el principio.
Las tablets en educación, además de ejercer un efecto positivo, también ayudaban a los alumnos con autismo a mejorar sus habilidades. Como explica Connie Kasari, investigadora del proyecto, «usar el iPad ayudaba a atraer la atención de estos niños, promoviendo que iniciaran conversaciones y ayudándolos a aprender y mejorar la pronunciación de palabras que desconocían».
No hay duda de que el uso de las nuevas tecnologías y dispositivos en las aulas está llamado a cambiar la educación del siglo XXI. Como herramientas complementarias a los recursos tradicionales, las tablets pueden ser de gran ayuda para todos los estudiantes, incluso en los casos de niños con necesidades especiales, como aquellos que padecen el trastorno autista.
Imágenes | Brad Flickinger I (Flickr), Brad Flickinger II (Flickr), World Bank Photo Collection (Flickr)