Gracias a la tecnología, artistas y espectadores tenemos nuevas formas de experimentar y relacionarnos con el arte. Ahora podemos encontrar belleza en códigos de programación, pero también disfrutar de las grandes obras maestras, sin movernos de casa, a través de alucinantes recorridos virtuales en los principales museos del mundo.
Imagen destacada vía Devintart
