Ya lo decía Jesse Jackson, activista de derechos civiles, «la inclusión es la clave para el crecimiento». Hoy es el día Internacional de las Personas con Discapacidad y, este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha querido hacer hincapié en el siguiente lema: «Un día para todos». Recordándonos que la discapacidad forma parte de la condición humana y que casi todos nosotros, en algún momento de la vida, experimentaremos una discapacidad temporal o permanente.
De tal forma, todos tenemos una gran labor de inclusión por delante, pero, sobre todo, las grandes compañías son la «clave para promover medidas concretas que garanticen la diversidad», ha explicado José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica, en reiteradas ocasiones.
Así, con el objetivo de promover esa igualdad de condiciones e inclusión surge el Servicio Movistar+ 5S donde podemos encontrar títulos de películas o ficciones adaptados para personas con discapacidad. Desde subtítulos para personas con problemas auditivos, audio-descripciones y lengua de signos en español. También, la aplicación de Movistar+ es accesible para las personas con discapacidad visual, a través de Talkback en Android y VoiceOver para iOS, pudiendo navegar por la aplicación con ayuda de una audioguía.
De forma paralela, Movistar también ha querido sumar otro gran avance para la tecnología inclusiva: incorporan el lenguaje de signos al servicio de atención telefónica de la compañía. Todo gracias a la colaboración de la Fundación CNSE, que permite contar con un videointérprete en las gestiones de la compañía.
Los avances de la tecnología inclusiva para personas con discapacidad
Según la OMS, mas de 1.000 millones de personas, alrededor del 15% de la población mundial, tiene algún tipo de discapacidad. Cifra que se prevé que aumente con el paso del tiempo, debido al envejecimiento de la sociedad y las enfermedades no transmisibles.
Durante muchos años, tanto las personas con discapacidad como sus familiares han tenido que luchar día y noche por lograr una mayor independencia diaria, siempre dentro de las condiciones de cada individuo. Por ejemplo, encender la lavadora o coger el metro son acciones cotidianas que para algunas personas con discapacidad suponen un desafío constante.
En torno a este escenario la labor de la tecnología adquiere un mayor protagonismo. Cada vez es más asiduo el uso de dispositivos digitales en nuestra vida que nos facilitan el día a día, sin embargo, la utilización de estos recursos supone un avance mayor para personas con discapacidad.
Las TICs como herramienta de inclusión
En el caso de personas con discapacidad visual, durante mucho tiempo se han visto excluidas a la hora de realizar actividades como leer periódicos o cruzar semáforos. Así, la llegada de diversos avances tecnológicos han garantizado que estas personas puedan desarrollar tareas cotidianas con mayor independencia.
Por ejemplo, orientarse por la calle a través de un navegador accesible en el móvil, conocer en qué parada de tren o autobús se tienen que bajar, hacer la compra e incluso recorrer un museo es posible, gracias a una aplicación desarrollada por la Fundación ONCE.
En el caso de las personas con discapacidad auditiva, surge el proyecto español Showleap que traduce la lengua de signos a voz. ¿Cómo funciona? El individuo signante utiliza unos brazaletes que reconocen el movimiento de sus manos y dedos, convirtiéndolos en audio y en lenguaje escrito en una pantalla.
Mientras que para las personas con discapacidad intelectual la tecnología se sitúa como un medio que posibilita la realización de tareas y que potencia sus capacidades. Por ejemplo, permiten que mejore el desarrollo cognitivo, la memoria semántica, la comprensión, la atención y logran que refuercen la visión y la audición. Aquí, ocupa un papel importante el desarrollo de NeuronUP, una herramienta de estimulación cognitiva con ejercicios de rehabilitación para personas con TDAH, daño cerebral, esclerosis múltiple, etc.
La importancia de una sociedad más informada
Como podemos ver, existe un gran avance en torno al desarrollo de tecnología inclusiva para ayudar en el día a día a personas con discapacidad. El hecho de que una persona con discapacidad auditiva pueda comunicarse con una persona que carece de conocimientos en lengua de signos supone un progreso muy importante.
Sin embargo, aún queda mucho trabajo por delante, ya que todavía hay diversas desventajas dentro de la sociedad que necesitan solventarse.
Es importante mencionar que la tecnología inclusiva sí es clave para la mejora de calidad de vida de estas personas, pero también es esencial la información y el conocimiento alrededor de estas discapacidades por parte de la población con el objetivo de potenciar, así, la inclusión de todas estas personas.
Retos futuros de la tecnología inclusiva
De esta forma, uno de los retos actuales es la accesibilidad, es decir, nos encontramos en una sociedad que está inmersa en continuos cambios y avances, dando lugar a webs constantemente actualizadas. Sin embargo, de la misma manera que evolucionan estos sitios webs debe avanzar la accesibilidad a los propios contenidos, ya que, por lo general, van por caminos separados, cuando deberían ir de la mano.
En esta línea, según un estudio elaborado por Fundación Adecco y Keysight Technologies en 2020, Tecnología y discapacidad, el 42% de las personas encuestadas declara que les parece complejo el uso de las tecnologías y que, por ende, encuentran diferentes barreras en su utilización. Mientras que el 32% responde que existen problemas de accesibilidad.
Por esta razón, teniendo en cuenta que la tecnología todavía no ha logrado integrar a las personas con discapacidad en igualdad de condiciones, Telefónica muestra su compromiso con la accesibilidad firmando los Principios para impulsar la inclusión digital de las personas con discapacidad promovidos por la GSMA, con el fin perseguido de poner final a la brecha digital.
De esta manera, las personas con discapacidad día a día trabajan por superarse y para demostrarnos a la sociedad que sí es posible. Por ello, la ciudadanía debe ser un apoyo para el crecimiento, tanto personal como laboral de estas personas y no un impedimento.
Imagen de cabecera: Harry Cunningham.