Tecnologías sostenibles: cómo los hongos revolucionan la robótica

¿Qué pasaría si los robots del futuro no estuvieran hechos solo de metal y plástico, sino también de hongos? Suena extraño, ¿verdad? Lo cierto es que la combinación de biotecnología y robótica está haciendo posible esta idea. Entonces, ¿de qué manera las tecnologías sostenibles son un punto clave en esta innovación? Veamos a continuación.

Tecnologías sostenibles: la revolución de la biorobótica

Es importante entrar conociendo qué se requiere para crear un robot. Te contamos:

  • Tiempo.
  • Conocimientos técnicos.
  • Materiales adecuados.
  • Y, curiosamente, la ayuda de un hongo.

Es así como tras la iniciativa climática impulsada por la Universidad de Cornell, un grupo de investigadores ha explorado un recurso poco convencional para el desarrollo de robots: el micelio de los hongos. Este es un material que no se obtiene en un laboratorio, ya que crece de manera natural en los suelos de los bosques. (Nutt y Chronicle, 2024)

Debido a su capacidad para transmitir señales eléctricas, este componente ha permitido la creación de robots biohíbridos. Los mismos fueron diseñados para interactuar con su entorno de forma más eficiente que los modelos fabricados con materiales sintéticos tradicionales.

¿Qué lograron?

Gracias a las tecnologías sostenibles, se desarrollaron dos robots biohíbridos: uno blando con forma de araña y otro con ruedas.

Los robots fueron sometidos a tres experimentos: 

  1. Se desplazaron en respuesta a las señales eléctricas naturales del micelio. 
  2. Luego, al ser estimulados con luz ultravioleta, modificaron su movimiento, demostrando su capacidad de reacción al entorno.
  3. Finalmente, los investigadores lograron anular completamente las señales del micelio, evidenciando su control sobre el sistema biohíbrido.
Universidad de Cornell

En el diseño de robots del futuro con tecnologías sostenibles, los ingenieros se han inspirado en el reino animal. Crearon máquinas que imitan el movimiento, la percepción del entorno y la regulación térmica. Aunque algunos han incorporado tejido vivo, mantener estos sistemas biológicos funcionales es un desafío.

En contraste, el micelio de los hongos ofrece una alternativa prometedora tras la aplicación de las tecnologías sostenibles (Mishra et al., 2024):

  • Es resistente a condiciones adversas.
  • Puede detectar señales químicas y biológicas.
  • Responde a diversos estímulos, lo que lo convierte en un material ideal para la biorobótica.

Detección de señales en entornos agrícolas

De acuerdo con uno de sus investigadores, integrar micelio en la electrónica hace que un robot perciba y responda a su entorno. Actualmente, reacciona a la luz, pero en el futuro podrá interpretar señales químicas. De modo que optimizará el uso de fertilizantes en cultivos y reducirá efectos adversos como la proliferación de algas nocivas (Nutt y Chronicle, 2024).

Una de las aplicaciones más prometedoras dentro de las tecnologías sostenibles es la agricultura inteligente. Los robots biohíbridos podrían analizar la química del suelo en cultivos en hileras. Ello ayudará a determinar con precisión el momento óptimo para añadir fertilizantes. Dicho factor ayudaría a reducir el uso excesivo de químicos y minimizar impactos negativos como la proliferación de algas nocivas en cuerpos de agua.

Menos plástico, más sostenibilidad

Los avances en biorobótica están revolucionando nuestra forma de entender los materiales para la construcción de robots. En lugar de seguir usando plásticos y metales, que generan contaminación una vez que dejan de ser útiles, los científicos están investigando alternativas biodegradables como el micelio (Corselli, 2024).

Al aprovechar estructuras naturales, los robots pueden ser más eficientes desde el punto de vista:

  • Energético.
  • Sostenible.
  • Menos contaminante. 

Además, el uso de materiales biológicos permite desarrollar dispositivos que pueden auto repararse o biodegradarse al finalizar su función. Esto contribuirá a disminuir la cantidad de desechos tecnológicos.

Estas innovaciones no solo promueven las tecnologías sostenibles. También pueden potenciar la funcionalidad de los robots en comparación con los modelos completamente sintéticos. Con un sistema biológico integrado, los robots biohíbridos pueden reaccionar de manera más natural a su entorno, adaptándose mejor a distintas condiciones.

Potencialidades de las tecnologías sostenibles

Uno de los principales objetivos de esta investigación es comprender las señales químicas y su aplicación en entornos agrícolas. Se busca trasladar este sistema a los campos de cultivo para desarrollar un método de señalización bioquímica. Una funcionalidad que, en su mayoría, no es viable con materiales o sistemas sintéticos. (Corselli, 2024).

Se pretende emplear robots biohíbridos para analizar el suelo y detectar posibles deficiencias nutricionales o la ausencia de compuestos esenciales. Al integrar un sistema vivo en este proceso, se aspira aprovechar su capacidad natural de detección y adaptación. Lo cual proporcionará una solución más eficiente y precisa en comparación con las alternativas sintéticas existentes.

Gracias a su capacidad para detectar cambios en el medioambiente, podrían utilizarse como sensores biológicos para:

  • Primero: medir la calidad del aire.
  • Segundo: presencia de contaminantes en el agua.
  • Tercero: la composición del suelo.
contaminacion-sostenibilidad

Además, estos robots podrían desempeñar un papel clave en la restauración de ecosistemas. Apoyaría a regenerar suelos degradados, controlar plagas de manera natural o incluso participar en la reforestación automatizada.

Un futuro más sostenible

En resumen, la integración de tecnologías sostenibles con micelio marca un hito en la sostenibilidad, permitiendo robots más eficientes y biodegradables. Su aplicación en agricultura inteligente optimiza el uso de fertilizantes y minimiza el impacto ambiental. Además, la biorobótica reduce residuos tecnológicos al aprovechar materiales naturales.

Estos avances consolidan un futuro donde la tecnología y la naturaleza trabajan en armonía. ¿Estamos preparados para repensar la robótica y aprovechar el potencial de los sistemas vivos en nuestro día a día?

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