Movilidad y conectividad, sociedad colaborativa, cloud computing o big data son algunas de las palancas que están determinando el futuro de la economía digital en general, y de las ciudades inteligentes en particular. A día de hoy, en pocos días se genera la misma cantidad de información que la acumulada en toda la historia.
Es innegable que la revolución digital está cambiando, y en muchos casos ya ha cambiado, nuestra sociedad, a un ritmo muy rápido. Cuanto más alto es el grado de digitalización de la economía y de la sociedad, más elevados son sus índices de crecimiento, ingresos y empleabilidad. Hoy en día, estamos en una época en la que los ciclos tecnológicos se acortan y las fronteras existentes hasta ahora están desapareciendo, lo que está acelerando todo el proceso.
Según el informe “La Ciudad como Plataforma de Transformación Digital” de Telefónica, existen dos nuevas realidades, generadas por los avances tecnológicos, que suponen una revolución total en las vidas de los ciudadanos. La hiperconectividad, por la cual cada vez se diluyen más las fronteras espaciales entre personas de todo el mundo, y la sociedad colaborativa.
La penetración de usuarios de Internet ya es de un 43%, del 78% en los países desarrollados, y del 32% en los emergentes. Hoy en día, el número de usuarios de Internet ya alcanza los 3.000 millones. Además, la movilidad mundial no deja de crecer: 780 millones de hogares cuentan con banda ancha fija, y más de 2.800 de personas tienen acceso a la banda ancha móvil. Las previsiones son impresionantes, ya que para 2020 se espera que el 90% de la población mundial de más de 6 años disponga de teléfono móvil.
La sociedad colaborativa, por su parte, está posibilitando la adaptación de la economía colaborativa, que se basa en el intercambio entre particulares de bienes y servicios que permanecían ociosos o infrautilizados. Una circunstancia que está permitiendo un cambio de paradigma. Además, ha facilitado la aparición de nuevos modelos de negocio y de relación, que afectan sobre todo a las ciudades, convirtiéndolas en lugares un poco más conectados. Algunos ejemplos serían Uber, en el sector del transporte, o Airbnb, en el del alojamiento turístico.
Las palancas de la hiperconectividad y la sociedad colaborativa
Los sectores de cloud computing y big data, archiconocidos ya por su innegable protagonismo en la transformación digital de nuestro tiempo, se posicionan como principales palancas de cambio hacia la sociedad del futuro.
Las ventajas que ofrece el cloud computing hacen más eficientes los sistemas, reduciendo la obsolescencia y proporcionando escalabilidad inmediata en el modelo, lo que favorece la flexibilidad en los mismos. Además, permite la participación igualitaria en los procesos tanto de los ciudadanos como de empresas, grandes o pequeñas, y de la propia ciudad.
Por otra parte, el big data permite ofrecer inteligencia a través del procesamiento y análisis de grandes volúmenes de datos provenientes de diversas fuentes, internas y externas, de forma ágil y con reducidos tiempos de respuesta, tal y como expone el informe anteriormente mencionado. De media, cada día se crean 2,5 trillones de bytes de datos, por lo que la capacidad analítica de grandes volúmenes de información estructurada es una competencia clave.
El entorno de open data es inconcebible sin la realidad del big data y el cloud computing, que ofrecen acceso a grandes volúmenes de datos en tiempo real. Todo indica a que las próximas tendencias en estos sectores proporcionarán un gran impulso tanto a empresas como a particulares, acelerando el crecimiento digital de la sociedad en general.
