Un grupo de siete drones navegará por debajo del hielo antártico para explorar los límites del continente helado.
Los hielos de la Antártida se derriten a un ritmo preocupante. Y pese a todo el debate que en la comunidad científica ha habido en torno a este asunto, no se ha llegado a estudiar a fondo. Precisamente esto es lo que quiere hacer un equipo de investigadores de la Universidad de Washington, en Seattle. Su intención es explorar las profundidades de la Antártida , analizar los secretos de la masa de esta enorme masa de hielo que equilibra el planeta.
Estos investigadores de la Universidad de Washington emplearán una flotilla de siete drones para reunir datos sobre el hielo antártico. Los vehículos autónomos, que pueden sumergirse y navegar en superficie, están preparados para recoger información acerca de la temperatura y la presión de las aguas, su composición química y sus movimientos.
La idea es reunir datos para determinar por qué y de qué manera se derrite el hielo antártico. Una de las principales motivaciones es conocer cómo y en qué grado afecta el aumento de la temperatura al deshielo. Para estudiar el asunto, los científicos han escogido el glaciar de la Isla de Pinos , 130 kilómetros cuadrados de superficie helada de la que se desconocen sus secretos.
En la Isla de Pinos se han hecho perforaciones y se han llevado a cabo estudios para determinar la importancia de ciertos factores del deshielo. Pero apenas se ha explorado la parte inferior de esta plataforma helada. La importancia de esta isla se la da su tamaño y el hecho de que si se derritiera por completo, las ciudades costeras se verían inundadas.
En los últimos 40 años, el deshielo en la Isla de Pinos se ha incrementado en un 75%. Así que los investigadores confían en encontrar respuestas en este monstruo de hielo. Está claro que el aumento global de la temperatura contribuye a que el hielo de la Antártida se derrita, pero los científicos quieren afinar. Solo conociendo de forma precisa las causas del deshielo y su importancia es posible predecir qué ocurrirá en el futuro.
En cuanto a estos drones marinos, se dividen en dos tipos. Tres de ellos tendrán la misión de hacer rutas bajo la plataforma de hielo. Sus trayectos durarán semanas y se orientan en base a boyas sónicas que los científicos emplazarán estratégicamente. Los otros cuatro no tendrán programada una ruta específica sino que se moverán en base a las corrientes oceánicas.
Los investigadores no confían en que todos los drones vayan a terminar la misión. Pero esperan que al menos algunos lo hagan y sean suficientes para obtener información sobre el deshielo.
