video camaras en las ciudades

Las videocámaras en las ciudades, maravillosos sensores

Siempre que pensamos en el concepto de ‘Smart Cities  me viene a la cabeza como ejemplos los sensores de humedad para controlar el riego de los jardines, sensores de presión para detectar fugas en las redes de agua de forma automática, estaciones de bombeo con medidores inteligentes, o en sensores de tráfico en carreteras combinados con la información meteorológica para anticipar la congestión de vehículo. Y también pienso que todo ello reduciría el consumo de energía, los costes para el consumidor y ayuntamientos y el impacto medio ambiental.

Todo basado en sensores. Cuando pensamos en sensores siempre pensamos en sensores de presión, de componentes químicos en el aire, de luminosidad, etc. Todos estos sensores todavía no están en nuestras ciudades. Si queremos una ciudad ‘Smart  City hay que ponerlos, hay que mantenerlos, protegerlos y gestionarlos, y sobre todo, hay que financiarlos.

Pero ¿qué pasa con las videocámaras que existen ya  en nuestras calles? ¿acaso no son sensores? La respuesta es que sí, sí lo son. El análisis de ese vídeo es un gigantesco sensor. Con este análisis podemos ver si llueve o no, si es de día o de noche, si pasa gente o no y qué tipo de gente (joven o adulto, chica o chico, etc.), por dónde se mueven, qué trayectorias siguen, cuanta gente… y todo esto con las videocámaras existentes.

Tan sólo en la ciudad de Londres existen más de 5 millones de videocámaras. En los autobuses de una ciudad como Madrid, cada uno de ellos equipa 4 videocámaras. Todas estas videocámaras, o la mayoría, son videocámaras IP o tienen conectividad, con lo cual se puede acceder a la imagen, procesarla y convertirla en un sensor, un “maravilloso sensor”.

Y si las cámaras ya están en nuestras ciudades ¿qué es lo que nos falta entonces para poder utilizarlas? Pues nos hace falta analizar la imagen y hacer que sean verdaderos sensores. Y cuál es la forma idónea de hacerlo, sin lugar a dudas analizando las imágenes en la ‘cloud’, en la nube, con lo que reducimos los problemas que implica el poner servidores en nuestras calles, a los que habría que alimentar eléctricamente, mantener y gestionar.

La gran expansión de los entornos cloud es indudable. No hay empresa IT o Telco que se precie, que no la comercialice, pero ¿estos entornos están preparados para cómputos masivos de video? La respuesta otra vez vuelve a ser que no; aun se están dando los primeros pasos y es difícil encontrar entornos cloud que ofrezcan Computación basada en GPU, que es la forma de realizar estos pesados cómputos gráficos.

Nos queda mucho camino por andar, pero está claro que el modelo no puede ser que haya personas monitorizando todas estas cámaras y que sólo sirvan para dar un look moderno y fashion a los centros de operaciones de nuestras ciudades o empresas. Hay que sacar mucho más rendimiento a estos maravillosos sensores que ya tenemos disponibles y que son las videocámaras en nuestras calles.

Imagen | FaceMePLS

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