Supondrá una banda ancha sin necesidad de Wi-Fi, de gran velocidad y sin saturación del espacio radioeléctrico, además de mayor privacidad y seguridad en las conexiones.
El uso de la luz visible como medio para transmitir datos ha aumentado en los últimos años, convirtiéndose en una buena alternativa a los sistemas de radiofrecuencia, en entornos donde existen severas restricciones de emisión electromagnética.
Además, el gran desarrollo de los dispositivos LED (Light-Emitting Diode) ha permitido que las bombillas convencionales se estén sustituyendo por esta nueva tecnología. La elevada velocidad de conmutación de estos dispositivos ha hecho posible su utilización no sólo como sistema de iluminación sino también como un medio para transmitir la información, lo que se conoce como VLC (Visible Light Communications), especificado en el estándar 802.15.7.
Hace un par de años, nos sorprendió la noticia de que en una universidad inglesa se había desarrollado una nueva tecnología llamada Li-Fi que utilizaba la luz de bombillas LED para transmitir datos. Li-Fi es una particularización de VLC, para proporcionar acceso a Internet a través de la luz. En ese caso, se alcanzaron velocidades de hasta 1Gbps.
Esta tecnología se presentaba altamente prometedora, debido a que tan sólo con tener la luz en casa, tendríamos banda ancha en el hogar sin necesidad de Wi-Fi. Para comprobar si, efectivamente, la tecnología es una realidad o no, y si está lo suficientemente madura para llegar en breve al mercado, descubrimos que las cosas no son tan sencillas como parece.
Comunicaciones por luz visible: velocidad, privacidad y seguridad
La realidad es que es posible hoy en día disponer de aplicaciones para localización en interiores basadas en VLC, pero otra cuestión diferente es crear servicios de banda ancha que requieren implementar dispositivos ópticos de nueva generación y eficientes espectralmente, junto con un canal de retorno desde los dispositivos móviles, PCs y tablets.
La limitación más importante del VLC es que actualmente sólo es posible disponer de gran ancho de banda a poca distancia o cobertura de la luz. Por ello, debemos ser precavidos y trabajar en los laboratorios de la mano de los investigadores, para confirmar cómo se comporta el ancho de banda en función de la distancia al emisor, es decir, a la bombilla LED que emite.
Por ello, desde Telefónica hemos emprendido un proyecto de innovación que trata de profundizar en esta tecnología y en sus posibilidades. En el proyecto se ha desarrollado un sistema de localización en interiores basado en VLC.
Este proyecto es el primer paso para probar y conocer la tecnología. Pero, ¿puede sustituir VLC a la Wi-Fi en el hogar? De momento la respuesta es que no, pero pronosticamos un futuro no lejano en el que ambas tecnologías convivirán y VLC supondrá un alivio del espectro para la Wi-Fi, o bien lo sustituirá en lugares donde no se disponga de buena cobertura. VLC cuenta con la ventaja de que el ancho de banda no se comparte, por lo que si se ofrecen 100 Mbps, todos los usuarios de esa habitación dispondrán de esa capacidad. Asimismo, las radiaciones son confinadas por paredes, lo que produce redes celulares que son totalmente seguras contra accesos no autorizados. Además, estos sistemas no requieren licencia de emisión, lo cual supone una gran ventaja pues la saturación de espectro radioeléctrico ha aumentado notablemente en los últimos años. Esta tecnología es totalmente segura para el ojo humano, ya que las lámparas LED son fuentes ópticas no coherentes.
Una vez obtengamos resultados exitosos en los laboratorios, el futuro comercial de las comunicaciones por luz visible, y por tanto LI-FI, está asegurado, gracias a las numerosas ventajas de esta tecnología. El gran punto fuerte del VLC es la facilidad y comodidad de disponer de internet con sólo tener la luz en casa, y la sencillez que supone que las comunicaciones sean una utility más. Esto se convertirá en un enorme atractivo para la sociedad y para algunos sectores en particular, como personas mayores, que demandan soluciones fáciles de gestionar.
Imágenes: ScienceDaily; Real Exotica
