Arduboy es una consola con Arduino del tamaño de una tarjeta de crédito. Permite rescatar algunos de los videojuegos clásicos, inspirada en la Game Boy.
Del tamaño de una tarjeta de crédito, Arduboy es una consola basada en Arduino que permite jugar a videojuegos clásicos. El proyecto se ha publicado en Kickstarter y los 25.000 dólares de financiación se obtuvieron en un visto y no visto. Por ahora el contador del dinero sigue aumentando hasta que finalice la campaña. El dispositivo está cosntruido con hardware libre y el software, de código abierto, trata de imitar algunos de los títulos de la Nintendo NES. Está destinada a los nostálgicos y, como su nombre apunta, se inspira en las viejas Game Boy.
El pasado año, el nombre de Kevin Bates se hizo conocido en Internet por una peculiar invención. Bates había creado Arduboy, un dispositivo del tamaño de una tarjeta de crédito (o de visita), que permitía jugar a videojuegos clásicos. Su idea era producirlo y venderlo como tarjetas de visita. Un código QR en la pantalla ofrece toda la información profesional y datos de contacto, pero esto no era ni de lejos lo más importante, claro.
Un año después, Bates ha puesto a punto su dispositivo para su campaña de crowdfunding en Kicskstarter. El diseño es más sofisticado, los circuitos se han camuflado mediante una placa de policarbonato y los botones son de plástico suave. La pantalla OLED sigue siendo de 1,3 pulgadas, mientras que las características físicas tampoco han cambiado. El procesador, la memoria RAM y la memoria flash son los propios de hace dos décadas, lo que permite que una batería de 180 mAh ofrezca ocho horas de entretenimiento.
Esta consola basada en Arduino contiene versiones libres de los títulos de Nintendo NES, como Jumping Man, inspirado en SuperMario Bros, o Elf Adventure, que recoge el espíritu de Legend of Zelda. Al ser de código abierto el software, cualquier desarrollador puede crear su propio videojuego e introducirlo en Arduboy o difundirlo para que otros lo utilicen.
Se espera que el dispositivo salga a la venta en octubre de este año a un precio de 39 dólares, aunque la campaña de Kickstarter permite conseguirlo a 29 dólares si se reserva con antelación. No se trata de una consola para jugar como se puede hacer en la Nintendo 3DS, pero para los apasionados a los 8-bit será una delicia.
