La FDA autoriza el brazo protésico Luke, que puede ser controlado por la mente para realizar más de 10 movimientos complejos.
La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa, más conocida por sus siglas DARPA, lanzó en 2006 el programa Revolutionizing Prosthetics, una iniciativa que pretendía aunar ciencia y tecnología para desarrollar prótesis más adaptadas y eficientes. Ocho años después, el primer brazo protésico controlado por la mente ha recibido el visto bueno de la agencia reguladora de Estados Unidos, la FDA.
Tras realizar los primeros prototipos de brazo protésico y probarlos en 35 veteranos de guerra de Estados Unidos, DARPA comunicó sus primeros resultados prometedores a la FDA en 2012. Han tenido que pasar dos años para que la entidad norteamericana dé luz verde a este proyecto, que puede revolucionar la calidad de vida de personas que por diversas circunstancias hayan perdido su extremidad superior.
El brazo protésico desarrollado ha recibido el nombre de Luke, en clara alusión al protagonista de Star Wars. Su creación permitirá que cientos de amputados recuperen la capacidad de maniobrar tras la pérdida de parte de su brazo debido a un accidente. La investigación realizada para inventar Luke ha sido posible gracias al trabajo multidisciplinar de áreas muy diversas, como la biología o la ingeniería.
El brazo protésico Luke permite desarrollar más de 10 movimientos controlados por la mente. Su creación ha sido posible gracias al trabajo de una empresa innovadora, DEKA, y a la financiación de DARPA. Para su funcionamiento, se deben implantar electrodos que detectan contracciones musculares cerca de la zona amputada, traduciendo estas señales en movimientos con el brazo protésico.
Los usuarios de Luke no deben aprender ningún movimiento especial: simplemente tienen que utilizar su mente para realizar los movimientos con el brazo protésico, como si tuvieran de nuevo la parte amputada de su brazo. La «naturalidad» de este invento facilita mucho su utilización por parte de los pacientes, lo que a su vez permite que no tengan por qué aprender técnicas nuevas a la hora de manejar Luke.
La prótesis creada por DEKA y DARPA, gracias a sus características, ha obtenido la aprobación de la FDA para poder ser desarrollada y distribuida comercialmente. Gracias a Luke, los veteranos que probaron este brazo protésico podían realizar tareas complejas que antes parecían «imposibles», como lavarse los dientes, manipular objetos, utilizar llaves para abrir una puerta, peinarse o preparar la comida.
El ejemplo de este brazo protésico es una muestra más de cómo la tecnología y la ciencia pueden ir de la mano para lograr grandes avances biomédicos con un alto impacto personal.
Imágenes | DARPA