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CodeSpells: el videojuego para que los niños aprendan a programar

El videojuego CodeSpells obliga a los jugadores a aprender programación para progresar en el escenario virtual que ofrece.

“Los programadores de hoy son los magos del mañana”, con este lema empieza el vídeo de presentación CodeSpells, un videojuego que en un principio puede parecer de magia y brujería, pero detrás de esto hay mucho más. El jugador tiene que aprender a programar para poder crear sus propios hechizos. Este requisito se convierte en una necesidad que se crea a los jugadores para que avancen en el mundo virtual, de igual manera que otros videojuegos exigen una buena dosis de reflejos o perspicacia.

Los responsables de CodeSpells son los estudiantes de doctorado en ciencias informáticas Sarah Esper y Stephen Foster, de la Universidad de California, en la ciudad de San Diego. Su desarrollo ya se ha introducido en decenas de escuelas durante el último año y ahora están enfrascados en una renovación del videojuego, para que tenga un carácter más jugable, más apetecible, si cabe.

Con este propósito han acudido a Kickstarter, donde piden 50.000 dólares que ya han reunido con holgura. Su idea es renovar el videojuego de tal manera que se parezca más a un título comercial, pero sin perder su sentido real: enseñar a programar, especialmente a los niños y adolescentes. CodeSpells está diseñado para edades entre los 8 y los 18 y ofrece un escenario propio de un juego en primera persona, de tintes épicos, pues el personaje es un mago y se encuentra en un mundo de fantasía.

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Mientras los niños progresan en CodeSpells, aprendiendo a utilizar hechizos e inventando otros nuevos, van programando código. El personaje del videojuego puede modificar el mundo a su alrededor a su antojo, crear montañas, fuego o hacer levitar objetos. Y lo hace con el lenguaje de programación visual Blocky, creado por Google, o con JavaScript. La dinámica del juego pretende impulsar la creación de una comunidad a lo Minecraft, donde los jugadores sean creativos y compartan sus nuevos hechizos, que en definitiva no son más que código programado.

Los ingredientes básicos son la tierra, el fuego, el agua y el aire. A partir de ahí un jugador puede experimentar y para afinar en sus hechizos puede modificar manualmente el código en una consola que aparece sobre la interfaz visual.

Según han comprobado los creadores de CodeSpells, los niños entre 8 y 12 años que jugaron cuatro horas durante cuatro semanas o diez horas en una semana podían programar a mano en JavaScript. La nueva versión del videojuego se pretende que esté lista para junio del próximo año en su versión beta, mientras que la definitiva aparecerá en septiembre. Aparte de los plazos, lo que está claro es que este proyecto ya es un caso de éxito de gamificación.

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