Diferentes estudios apuntan a un enorme crecimiento del número de dispositivos conectados en los próximos años. La clave: Internet de las cosas.
El crecimiento de dispositivos conectados es exponencial. Al menos es la conclusión que se extrae de buena parte de los estudios publicados sobre este escenario. Si bien las cifras es difícil que coincidan, la tendencia es irrefutable. Y e l causante de que esto sea así no es otro que el Internet de las cosas. Si la venta de smartphones se ha frenado debido a que el mercado ha alcanzado un punto de saturación, los señores conectados, la domótica y un amplio elenco de objetos van a tomar el relevo.
Será un relevo vigoroso, pues está previsto que estos objetos conectados superen rápidamente a los dispositivos convencionales. Un estudio llevado a cabo por BI Intelligence, el brazo analista del portal Business Insider, estima que en 2020 habrá 34.000 millones de dispositivos conectados en el mundo. La mareante cifra equivale a m ás de cuatro dispositivos por cada habitante del planeta. En comparación, el número calculado para 2015 era de 10.000 millones.
La mayor parte de estos dispositivos pertenecerían a la categoría de Internet de las cosas. En concreto serían 24 millones de objetos conectados los que poblarían el planeta. Desde sensores conectados a la domótica, pasando por el sector del transporte o las fábricas, todo esto abarca la categoría.
La firma analista Gartner, en un informe de este año, estima que 2017 acabará con 8.400 millones de dispositivos conectados. En este caso el estudio solo se refiere al cajón de sastre que es Internet de las cosas. La predicción para 2020 es que haya 20.400 millones de objetos con conectividad a la Red.
Según estas previsiones, los ordenadores, smartphones y tabletas serán una pequeña parte de los dispositivos conectados. El resto, un 73% del total de unidades conectadas, pertenecerá a Internet de las cosas. Termostatos, electrodomésticos y otros aparatos del hogar se unirán a wearables, sensores en las ciudades, los coches y dispositivos con conexión en las fábricas formarán un ejército desacompasado que enviará continuamente datos a la Red.
De ahí que las empresas trabajen con ahínco en pilotos con 5G y desarrollos con visos comerciales. Esta será la tecnología que permita absorber un caudal de información tan abultado como el que empezará a fluir en los próximos años.
Imágenes: MjZ Photograph, ngConnect