Del texto a las ventanas: cómo llegamos a la interfaz gráfica de usuario

Antes de Windows, macOS y Linux tal como lo conocemos ahora, para trabajar con una computadora debías introducir órdenes escritas en una interfaz en modo texto. ¿Cómo hemos llegado hasta hoy?

Al principio todo era oscuridad. Un abismo negro, azul o verde radiactivo en el que tan sólo el prompt nos daba señales de vida en nuestra computadora. Por lo demás, no tenías ninguna pista de cómo empezar a relacionarte con esa máquina.

Así era la informática antes de la interfaz gráfica de usuario, y quienes han tratado con DOS o computadoras como Spectrum o Commodore sabrán de lo que hablo.

En la actualidad estamos acostumbrados a tratar con ventanas, iconos y menús a través del ratón o trackpad y, de vez en cuando, del teclado. Pero en la época donde sólo existían las interfaces de línea de comando (Comand Line Interface en inglés o CLI), el teclado y las órdenes preestablecidas eran tus únicos aliados para comunicarte con tu computadora y hacerla funcionar.

Hoy, esas interfaces de texto han quedado reducidas al Símbolo de Sistema de Windows, al Terminal de macOS o a las consolas de Linux. Si bien todavía resultan útiles, en especial en macOS y Linux, puedes disfrutar de tu sistema operativo y resolver cualquier problema sin usarlas ni una sola vez.

¿Cuál fue la primera interfaz gráfica de usuario? ¿Cómo eran esas primeras interfaces gráficas que prometían una mayor facilidad de uso frente a los comandos de texto?

Veamos cómo empezó la interfaz gráfica a ganarle terreno a la interfaz en modo texto.

Todo tiene un principio

Empecemos por lo obvio. ¿Por qué la informática empezó en modo texto como manera de interactuar con la máquina? La respuesta está en las limitaciones físicas.

Hoy en día estamos acostumbrados a los gigahercios (GHz), los gigabytes (GB) y los terabytes (GB). Procesadores ultrarápidos, tarjetas gráficas impresionantes y unidades de almacenamiento prácticamente inacabables.

Pero las primeras computadoras trabajaban con unidades más pequeñas, recursos muy limitados y esto implicaba que el software que se programaba debía ser lo más óptimo posible para funcionar con lo mínimo y ocupar lo menos posible. De ahí que el modo texto fuera la única opción posible.

Un ejemplo práctico. MS-DOS, el sistema operativo en modo texto que todos conocemos, necesitaba para funcionar 512 KB de RAM y 5 MB de disco duro. Windows 95, el primer Windows que no dependía del propio DOS para funcionar, necesitaba 4 MB de RAM y 40 MB de disco duro.

Xerox: contigo empezó todo

Las primeras investigaciones sobre una interfaz gráfica de usuario se realizaron en la década de los 70 en el Xerox PARC, el centro de investigación de Palo Alto (California) de la multinacional Xerox. De este centro han salido inventos como la conexión Ethernet, la programación orienta a objetos o la impresión láser.

Xerox Star 8010. Cortesía del Digibarn Computer Museum

La primera interfaz gráfica se llamó PARC User Interface (Interfaz de Usuario PARC) y mostraba elementos que todavía hoy usamos, como las ventanas, las casillas, los botones, los menús, las barras de desplazamiento o el concepto de escritorio para hablar de lo que vemos en pantalla.

Distintas computadoras desarrolladas por Xerox incluían esta primera interfaz gráfica, como los modelos Xerox Alto (1973) o Xerox Star 8010 (1981). Este último también incluía el ratón o la conexión Ethernet.

Apple: mejorando lo presente

Una delegación de Apple visitó el Xerox PARC en 1979 y quedaron maravillados por las posibilidades de la interfaz gráfica. De ahí que decidieran apostar por esta interfaz frente al modo texto de toda la vida.

Con la supervisión del propio Steve Jobs y la dirección de Jef Raskin, un equipo de desarrolladores de Apple y algunos exmiembros del Xerox PARC desarrollaron su propia interfaz gráfica que vio la luz en 1984 con el Apple Lisa.

Apple Lisa. Cortesía de Mac History

El sistema operativo del Apple Lisa estaba diseñado específicamente para un entorno gráfico y permitía la multitarea, algo impensable en aquel entonces y que Windows no logró hasta 1995 de manera efectiva.

Dejando a un lado el diseño, ahora anticuado, el aspecto del Apple Lisa es el que han tenido las computadoras desde entonces: pantalla, teclado y ratón.

Los posteriores modelos de Macintosh fueron incorporando mejoras al sistema gráfico (el sistema operativo de los Macs merece un artículo aparte), pero en este primer intento ya vemos los elementos que veremos hasta hoy en macOS y otros sistemas operativos: escritorio, iconos, ventanas, un menú de opciones en la parte superior de la pantalla…

Commodore: poniéndose al día

El fabricante de computadoras Commodore también trabajó con su propia interfaz gráfica de usuario que introdujo en los modelos Amiga.

El Amiga OS, que curiosamente sigue disponible en su cuarta versión, apareció por primera vez en el Amiga 1000, primer modelo de esta serie, en 1985.

Amiga Workbench. Cortesía de Guide Book Gallery

Conocido con el nombre de Workbench hasta su tercera versión, el Amiga OS o Workbench se parecía mucho a la interfaz gráfica de Apple, con un menú superior, ventanas y un escritorio al fondo con iconos.

GEOS. Cortesía de Guide Book Gallery

Pero Commodore no se quedó ahí y creó otro entorno gráfico, conocido como GEOS, que vio la luz en 1986 en el modelo Commodore 64.

Con un estilo también parecido al de Apple, contaba con herramientas propias como un procesador de textos o una herramienta de dibujo (geoWrite y geoPaint).

Hablar de interfaz gráfica de usuario y ventanas nos lleva a Microsoft y su sistema operativo insignia, Windows.

Para quienes nos iniciamos en la informática en los años 90, Windows era el estándar. Los Macintosh dominaron los años 80 en Estados Unidos, pero los PCs con Windows fueron los reyes de los años 90 y aún a día de hoy Windows es el sistema operativo más empleado.

Microsoft empezó creando sus propias versiones del lenguaje de programación BASIC y del sistema operativo en modo texto DOS (el popular MS-DOS). Su primera apuesta por el entorno gráfico es con Windows 1.0, que ve la luz en 1985.

Las primeras versiones de Windows (1.0, 2.0, 2.1, 3.0, 3.1 y 3.11) eran básicamente una capa gráfica para DOS, ya que primero tenías que instalar MS-DOS y luego Windows.

Microsoft Windows 1.0 VS 95. Cortesía de Guide Book Gallery

Windows 1.0 es una versión rudimentaria de lo que luego será Windows. El estilo es, al igual que ocurre con Amiga y GEOS, muy similar al de Apple: escritorio con iconos y ventanas con menús. No será hasta la versión 3.1 (1992) y 3.11 que veremos un mejor manejo de las ventanas y de los iconos de programas.

Y en 1995, además de independizarse de MS-DOS, Windows 95 mostrará la multitarea, con dos o más ventanas de programa funcionando a la vez.

Nos hemos dejado muchos nombres en el camino, pero estos son básicamente los primeros y más destacados que apostaron por la interfaz gráfica de usuario. En una década se pasó de la línea de comandos a los entornos gráficos.

Durante un tiempo convivieron, pero en la actualidad la interfaz gráfica es la dominante, salvo entornos de programación, gestión de redes o hacking.

¿Cómo evolucionará la interfaz gráfica en el futuro?

RELACIONADOS