La startup Thync ha creado un dispositivo wearable que, conectado a un smartphone, permite estimular el cerebro mediante una descarga eléctrica.
Las bebidas energéticas se han hecho muy populares en la última década por un motivo: nos despiertan. Este acto, debido al efecto que causan la cafeína y demás inas más potentes aún, no es más que una transformación del estado de ánimo. Nuestro cerebro activa una parte que hasta ese momento tenía poca actividad. Ni qué decir tiene que esto puede hacerse no solo con cafeína, también es posible estimular el cerebro mediante una descarga eléctrica, por ejemplo. Este es el método elegido por Thync, una startup que ha creado un dispositivo wearable capaz de modificar el estado anímico de su portador apretando un botón desde el smartphone.
Se acabó el tomar bebidas energéticas. El dispositivo de Thync se coloca detrás de la oreja y cuando el usuario da la orden desde su smartphone, una descarga eléctrica se envía directamente al cerebro. El efecto está calculado de antemano, aunque no es igual en todas las personas. En Technology Review lo han probado y apuntan que tarda unos minutos en notarse la acción, que después desaparece al cabo de tres cuartos de hora.
Los efectos que causa el dispositivo pueden ser comparables a tomar una bebida energética o unos cuantos cafés, levantando el ánimo de los usuarios, pero también pueden ser relajantes, similar a ingerir un par de cervezas o tomarse un antihistamínico. Para este propósito el dispositivo se coloca en la nuca y en la sien. De nuevo la descarga está diseñada para estimular el cerebro directamente y en unos minutos la persona habrá cambiado su situación anímica.
Este wearable está basado en la técnica de estimulación transcraneal eléctrica (TDCS, por sus siglas in inglés), que consiste en aplicar una corriente eléctrica constante pero de baja intensidad a ciertas áreas del cerebro mediante electrodos pequeños. Se ha utilizado con fines terapéuticos para incrementar las habilidades lingüísticas, la memoria o la coordinación.
El dispositivo de Thync no está homologado aún para estos fines, aunque sus creadores están sobre ello. Su acercamiento es algo diferente, en lugar de lanzar la corriente sobre la parte externa del cerebro la envía a través de una serie de nervios y músculos conectados con el órgano. De esta manera afirman que se consigue un efecto más agudo.
La neurociencia está avanzando a ritmo constante gracias en parte a la tecnología. Ya se ha logrado crear interfaces de cerebro a cerebro entre humanos y el trabajo de Thync es la confirmación de que la estimulación cerebral va a llegar al mercado de consumo. A falta de ser regulado el producto, los usos para los que está destinado podrían encajar con las necesidades de un público general, no con las del campo terapéutico.
Imágenes: thelunch box y ashley rose