Innovation is full of ideas

La Innovación en la empresa y la educación de nuestros niños

Como padre, la educación de los hijos es algo así como una constante preocupación: “¿Les estoy dando la educación adecuada? ¿Les está preparando realmente para el futuro? ¿Transmitimos los valores adecuados?” Uno sólo de los hechos comunicados en las famosas presentaciones “Did you know?”, que puedes ver en el vídeo, es suficiente para agudizar estas preguntas: “Los 10 trabajos más demandados en el mercado laboral en el 2010, no existían en el 2004”. Con este contexto, admitámoslo: estamos educando a nuestros niños para un trabajo que todavía no existe, y que probablemente no tenemos ni la más ligera idea de cómo será.

En este entorno de incertidumbre y cambio acelerado ¿Tiene sentido que la educación actual de nuestros hijos se parezca tanto a la que tuvimos nosotros? Es cierto que ha habido cambios, pero no deja de ser una educación tradicional basada en enseñar una serie de disciplinas concretas que, históricamente, eran las recomendables para integrarte en el mercado laboral y en nuestra sociedad. Ahora bien: ¿Alguien sabe qué mercado laboral les espera a nuestros hijos? ¿O qué sociedad? Y si no lo sabemos, ¿Qué tipo de educación deberíamos darles?

Dentro de este contexto, no hace mucho conocí la obra de Sir Ken Robinson, reconocida personalidad en el ámbito de la educación y la creatividad, y uno de cuyos discursos grabados en los TED Talks ha sido ya visto por millones de personas. Se llama “Schools kill creativity”. Si no lo han visto todavía, se lo recomiendo. Aparte de ser una temática fascinante, Ken Robinson es un orador muy agradable de escuchar, y transmite con mucha facilidad su pasión por esta materia.

A raíz de este primer contacto, leí uno de sus libros, llamado “The Element”. Más allá de su temática principal (básicamente, la importancia de trabajar en lo que te gusta y se te da bien, tu “Elemento”), lo que más me gustó fue la disertación paralela sobre la educación y la creatividad, y la crisis actual en los sistemas de educación de todo el mundo. En los capítulos dedicados a ello, el autor habla de la evolución actual de los sistemas de educación, el problema que representan y -algo de gran interés- habla de experimentos educativos en escuelas de todo el mundo que, rompiendo totalmente con la ortodoxia educativa, han conseguido unos resultados espectaculares.

Lo que me pareció enormemente revelador, es el perfecto encaje entre estas nuevas y reveladoras dinámicas educativas, y las necesidades que se están detectando en las empresas en materia de competencias para la Innovación. Una posible y positiva lectura de esto es decir “qué bien y qué lógico que ambas cosas están alineadas”. Otra lectura que me preocupa más, es que sólo pequeñas y aisladas iniciativas dentro del sistema educativo (lo cual, de momento, no garantiza que esto se convierta en una tendencia), están empezando a reaccionar a necesidades que el mundo de la empresa está ya detectando hoy. En el mejor de los casos, las necesidades detectadas hoy en el mundo de la empresa, serán satisfechas por la fuerza laboral dentro de unos 15 o 20 años.

¿En qué consisten entonces estas nuevas dinámicas educativas?

Los nuevos sistemas educativos fomentados por entidades como las escuelas Reggio Emilia originadas en Italia, o las A+ Schools en Oklahoma, manejan de un modo u otro los siguientes conceptos:

  • La educación multidisciplinar, que incluye tanto disciplinas tradicionalmente consideradas como “hard” (como podría ser la lengua o las matemáticas), con otras de carácter artístico y de expresión, como la música, la danza o el teatro. Se considera que artes y ciencias son colaboradores naturales y esenciales para fomentar la creatividad y el desarrollo intelectual.
  • La enseñanza integrativa, como un todo, en lugar de una colección de disciplinas independientes. Un ejemplo que se encuentra en algunas de estas escuelas, es cuando se estudia la revolución francesa: el profesor de historia cuenta los antecedentes históricos que llevaron a la situación, el profesor de teatro organiza una representación de algún pasaje de la revolución, y el profesor de física explicaba los principios físicos de la polea y la construcción y uso de herramientas para elaborar una guillotina en clase de manualidades. ¿Qué arrojará mejores resultados y obtendrá un mejor entusiasmo por parte de los alumnos? ¿Este enfoque o la enseñanza de disciplinas de forma aislada e inconexa en el tiempo?
  • La importancia de trabajar en grupo, como estrategia para fomentar la riqueza intelectual, el intercambio de ideas, y la obtención de mejores resultados. Estos grupos incluyen, en algunos casos,  tanto a alumnos como a sus padres.
  • Lo esencial de experimentar, de no ajustarse simplemente a las reglas o a un libro de instrucciones pre-elaborado. Como dice el autor: “Si no estás preparado para equivocarte, nunca generarás algo original”.

Si han tenido oportunidad de ver el último “Update” realizado por la empresa Infonomía en la Fundación Telefónica sobre educación, verán que los hallazgos más recientes allí mostrado están muy en línea con los puntos anteriormente mencionados.

¿Y qué pasa, mientras tanto, en el mundo de la innovación?

  • La innovación requiere de un entorno multidisciplinar, que se enriquece con la participación de personas de muy distinto origen y contexto profesional.
  • Llevar la innovación a mercado a una velocidad competitiva, requiere que todos los eslabones de la cadena (desde el ingeniero, hasta el experto en marketing, el vendedor, y el cliente) formen parte del equipo innovador, en lugar de actuar como departamentos aislados que se van pasando un “paquete” de unos a otros.
  • Innovación y trabajo en equipo son indivisibles. Innovar “en solitario” es muy duro y, la mayor parte de las veces, inabordable.
  • La innovación requiere estar dispuesto a equivocarse.
  • La creación de ideas viene de la conexión entre elementos aparentemente dispares, de disciplinas alejadas y, generalmente, sin relación con el problema que queremos resolver.

Podemos probablemente concluir que la relación es lógica: la innovación es la respuesta del mundo empresarial a un entorno cambiante y a altos niveles de incertidumbre. Pero esto no es una realidad que impacte sólo al mundo de la empresa que quiere permanecer competitiva, sino a todos los aspectos de la sociedad. Teniendo en cuenta que la velocidad de cambio y los niveles de incertidumbre no hacen sino aumentar con el tiempo, parece claro que la educación de las nuevas generaciones debe ser la piedra angular que las prepare para este entorno, fomentando la creatividad, la innovación y la habilidad de reinventarse.

Imagen | Hughelectronics

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