El DNI electrónico y la criptografía

La democratización de la criptografía

La criptografía y el cifrado de datos aparecen con la necesidad de proteger la información que viaja de un emisor a un receptor de terceros. En el blog hemos hablado de esta disciplina cuando revisamos la vida de Alan Turing y su excepcional aporte durante la Segunda Guerra Mundial del lado de los aliados. Sus conocimientos técnicos y la máquina Enigma le valieron para desentrañar el significado de los mensajes que los alemanes se enviaban durante el conflicto.

Pero ha sido la implantación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación las que han puesto a la criptografía en boga, no solo en ámbitos alejados de la vida diaria de millones de personas como el sector militar, sino también en nuestro día a día. No hay más que pensar en nuestras actividades a través del ordenador, de la tablet o el smartphone. Las compras online deben ser seguras, pero hasta los mensajes o las llamadas que realizamos necesitan reunir unas condiciones mínimas de privacidad.

El DNI electrónico, la democratización de la criptografía

El tradicional documento de identidad ha sufrido una gran transformación en este principio del siglo XXI. Ha puesto la criptografía en nuestras manos, y lo ha hecho incluso antes de lo que lo hiciesen los smartphones. La tarjeta con chip, el nuevo DNI electrónico permite al ciudadano acceder a servicios de las administraciones públicas de una manera totalmente diferente a la que estábamos acostumbrados hace una década. Todo comenzó en 2002 y durante estos 10 años el asentamiento del DNI electrónico se ha convertido en una realidad.

El DNI electrónico

Para el desarrollo de estos métodos de identificación y autentificación mediante sistemas criptográficos es imprescindible la colaboración gubernamental. En España, existe desde 2003 una ley de firma electrónica, otro método similar al del DNI electrónico. Esta, asocia la identidad de una persona a aquello que está firmando, y lo hace gracias a un algoritmo de generación de firma y otro de verificación. Se utilizan habitualmente para la distribución de software o transacciones financieras y la necesidad de que su seguridad sea adecuada es total.

El Criptonomicón

En 1999, el escritor Neal Stephenson escribió la novela de ciencia ficción El Criptonomicón. En ella, combinando hechos reales y ficticios, narra dos historias paralelas. Una, que transcurre durante la Segunda Guerra Mundial, nos recuerda a las aventuras de Alan Turing y la máquina Enigma. La segunda, durante un presente inventado, cuenta los progresos de un grupo de codificadores. Una de las metas de este segundo equipo está relacionado con conseguir que las operaciones bancarias utilizando dinero virtual sean posibles y seguras. ¿Os suena? Sí, a grandes rasgos, es algo que disfrutamos hoy en día.

Dejando la literatura, que tantas veces se acerca a la realidad (la de su tiempo o la de tiempos futuros), la combinación de los sistemas cifrados y del marco legal actuales hacen posible que los ciudadanos de a pie tengan acceso a herramientas de autentificación e identificación basadas en los principios de codificado de mensajes, cambiando el paradigma de la administración tradicional… y tal vez,  convirtiéndola en la eAdministración del futuro.

Imágenes | Diario de Salamanca, Muycomputer

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