Mirubee: ¿Qué puedo hacer para reducir mi factura de la luz?

Parece que está de moda hablar de electricidad últimamente. Y no es para menos, como dato curioso, después de las progresivas subidas de la tarifa eléctrica efectuadas a lo largo de los últimos años, España aparece en el Eurostat como el tercer país europeo con la electricidad doméstica más cara (por detrás de Chipre y Malta, datos 2011). No queremos entrar a valorar los motivos que han llevado a esta situación pero es digno de mención que la tendencia de estos últimos años, a nivel europeo, es que el precio de la electricidad disminuya: Suecia -20,37%, Dinamarca -15,57% o Italia -12,05%. Por el contrario, la tarifa eléctrica española no ha variado a la baja sino que desde 2008 se ha incrementado en más del 50%.

Ante este escenario los consumidores ven con resignación cómo su factura de la luz se vuelve cada vez más relevante dentro de la economía familiar y muchos se preguntan qué pueden hacer para pagar menos. Es entonces cuando el ciudadano de a pie coge su factura eléctrica y ve: pago por potencia, impuesto sobre la electricidad, alquiler de contador, pago por consumo, IVA (aplicado al global, incluyendo el impuesto sobre electricidad!)… y ve, otra vez resignado, que lo poco que entiende es el número del final, recuadrado, que es lo que toca pagar. La duda, sin embargo, sigue ahí: ¿En qué me he gastado yo realmente el dinero? ¿Qué hago para no tener otra sorpresa el mes que viene? ¿Qué puedo hacer para reducir mi factura de la luz?

Comparemos por un momento la factura eléctrica con la factura de teléfono. En el caso del teléfono vemos de forma detallada todas las llamadas hechas a lo largo del mes, destino, hora, duración, nº de sms, euros, etc. De esta forma, además de tener el control de “por dónde se va el dinero”, el usuario tiene información suficiente para elegir otra tarifa (mañanas, tardes, fin de semana), descubrir llamadas “anormales” o, simplemente, ser más consciente sobre el uso del teléfono y moderarse durante el siguiente mes.

Sin embargo, en el caso de la factura eléctrica no tenemos ni una idea aproximada de cuánto ni en qué gastamos. Es menos intuitivo de lo que parece por lo que, en general, estamos completamente “ciegos” a la electricidad que consumimos.

Si conociéramos la proporción día/noche de nuestro consumo eléctrico sabríamos si nos vale la pena o no cambiar a una tarifa con discriminación horaria (a partir de un 30% de consumo en horario “nocturno” de 22h a 12h ya merece la pena esta tarifa!). Y sí, sí existe esta tarifa y se puede contratar (mucha gente ni la conoce!). Si conociéramos el consumo máximo (pico) de los últimos meses sabríamos si podemos reducir nuestra potencia contratada. Si conociéramos cuánto gastamos en alumbrado o en stand-by, sabríamos si nos compensa (o no) sustituir las bombillas o poner un “stand-by killer”. Si pudiéramos detectar anomalías de consumo sabríamos que toca limpiar los filtros del aire acondicionado (si al aire le cuesta pasar el ventilador gasta más!), que la nevera cierra mal, que el termo eléctrico pierde calor, etc.

Entonces, ¿qué acciones son más convenientes? ¿cuánto podría ahorrar cada mes gracias a ello? Todas estas preguntas podrían contestarse simplemente conociendo de forma detallada cómo es nuestro consumo eléctrico.

Actualmente existen soluciones comerciales domésticas que dan la información de la curva de consumo total del hogar, igual que la factura pero por horas. En algún caso, además, se puede conocer el consumo particular de un electrodoméstico interponiendo un aparato medidor, tipo enchufe, entre la toma de pared y el elemento consumidor. Sin embargo, dichas soluciones son, o bien incompletas o bien demasiado caras y engorrosas ya que requieren la instalación de un dispositivo medidor en todos los enchufes que queremos conocer en detalle. Esto plantea tres inconvenientes principales: el primero, la incomodidad de la instalación (retirar la nevera, el lavavajillas, etc). El segundo, el encarecimiento de la instalación de forma proporcional al número de enchufes que queremos monitorizar; y el tercero, resulta imposible monitorizar el consumo de los elementos que no van conectados a un enchufe: iluminación, aire acondicionado, algunas vitrocerámicas y hornos, etc.

Es precisamente esto lo que soluciona la empresa Mirubee , uno de los equipos seleccionados por Wayra Madrid.

La tecnología que está desarrollando Mirubee supera los problemas que se han mencionado anteriormente. La propuesta consiste en desagregar los distintos consumos del hogar a partir de una única lectura general, instalando sólo un dispositivo en el cuadro eléctrico de la vivienda. Mediante un muestreo a alta frecuencia, y aplicando análisis de señal y algoritmos de inteligencia artificial, es posible descifrar la “huella digital de consumo” de cada aparato y clasificarlo. Así pues, con un sólo medidor (más económico) y un software potente se consigue una radiografía energética completa del hogar, aparato a aparato.

Toda esta información se procesa y se presenta de forma amena y entendible, a través de la plataforma web de Mirubee en la que, además de los datos medidos, se ofrecen consejos personalizados sobre qué acciones resultarían más eficientes para ahorrar en función de los datos individuales de cada usuario. Todo ello se hace de forma social para abrir la mirada más allá de la vivienda propia y entender cuál es el consumo “normal” comparado con los demás (entre perfiles equivalentes), ver quién ha conseguido consumir menos o ver quién tiene las mejores ideas de ahorro.

En definitiva, en Mirubee queremos que nuestros usuarios estén bien informados para que tomen el control energético de su casa, que lo hagan de forma social y divertida, y facilitar que cada uno ponga su granito de arena por un mundo un poco mejor.

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