redes sociales afectan nuestro cerebro

Así es como las redes sociales afectan a nuestro cerebro

No se puede ignorar el hecho de que las redes sociales han cambiado el mundo. Hoy mismo, un tercio de la población de la tierra las usa; eso es alrededor de 2333 millones de personas conectadas a Facebook y Twitter, o muchos otros sitios donde puedes seguir personas y esas personas te pueden seguir a ti.

El cambio es tan grande que se han creado nuevas carreras, como el conocido «community manager», alguien que se encarga de manejar las redes sociales de una empresa para mantenerse al día con lo que dicen los clientes y seguidores de la misma, escuchando sus opiniones y creando promociones basadas en otra nueva ciencia: el mercadeo en redes sociales.

Las redes sociales están cambiando la forma en la que nuestro cerebro funciona, porque aunque suene algo increíble, los humanos siempre estamos evolucionando (para bien o para mal) y estar conectados todo el tiempo leyendo lo que otros dicen y comparten, o haciendo lo mismo nosotros ha hecho que el cableado de nuestro cerebro se modifique un poco.

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FOMO

Ahora existe un fenómeno que ha sido llamado FOMO (fear of missing out, traducido al español como «miedo de perderse algo») que consiste en sentir una mezcla de ansiedad, irritación e insuficiencia porque no estás haciendo todo lo que podrías hacer.

Por ejemplo, supongamos que has decidido pasar el viernes noche en tu casa, viendo películas con tu pareja y nada más, pero durante una pausa decides mirar Twitter y te das cuenta que todos los que sigues están compartiendo fotografías de las fiestas a las que están asistiendo, la comida que están probando y tú estás en tu casa sin hacer realmente nada, lo que te hace preguntarte «¿debería salir a hacer otra cosa ahora mismo?». Esto es el FOMO atacando porque aunque no te parezca que irte de fiesta sea algo divertido, estar expuesto a tanta actividad de otros en redes sociales te causará esta reacción de inmediato.

Lo mismo pasa con el entretenimiento en bulto del que podemos disponer a un clic de distancia, ¿cuántas veces no has sentido que no estás viendo suficientes series, o que necesitas ir a ver todas las películas que se estrenaron para poder discutirlas en Twitter? Nos pasa con videojuegos, con música, con artículos que leer, con cosas que escribir, con noticias de las que enterarnos, etc.

Food porn

redes sociales afectan a nuestro cerebro food porn

Se le llama food porn (pornografía de comida) a todas esas fotografías de comida que se ven totalmente deliciosas y que son compartidas en todas las redes sociales, especialmente en sitios como Instagram. Ver estas fotos tienen varios efectos en tu cerebro:

  1. Mirar fotografías de comida que te parece deliciosa puede hacer que te den ganas de comer, incluso si acabas de terminar de hacerlo, porque el cerebro es estimulado directamente en los centros que controlan el hambre.
  2. Según un estudio en The Journal of Neuroscience ver fotografías de comida que luce deliciosa puede causar que comas más de lo que necesitas y en los peores casos terminas con una adicción a la comida.
  3. También existe evidencia de que cuando ves las fotografías de todos los platos maravillosos que han ido a comer tus amigos en redes sociales, los compares con lo que tú comerás o estás comiendo en ese momento y el sabor te cambie completamente y se haga soso.

Problemas para dormir

En esta era donde tenemos un smartphone, un iPad, un televisor y muchos otros dispositivos electrónicos siempre a la mano, es posible que antes de dormir nos pongamos a revisar Facebook, Instagram, Twitter o cualquier otro sitio que nos guste, alterando el patrón de sueño que nuestro cuerpo tenía.

Aunque nos digamos que veremos 15 minutos el feed de Instagram para que «nos de más sueño» y estar listos para dormir, es todo lo contrario. Se ha comprobado que la luz que emiten estas pantallas engañan al cuerpo haciéndole creer que aún es día y creando insomnio, logrando que arruinemos la rutina de dormir y despertar que el cuerpo necesita.

Phantom vibration syndrome

Fotografía: The Daring Librarian bajo licencia CC redes sociales afectan a nuestro cerebro
Fotografía: The Daring Librarian bajo licencia CC

¿Te ha pasado que de repente escuchas o sientes que tu teléfono está vibrando y los sacas del bolsillo, lo revisas y te das cuenta que no tiene ninguna notificación? Esto se llama Phantom vibration syndrome y es un síndrome relativamente nuevo y poco estudiado que muchos humanos experimentamos porque somos sensibles a algunos sonidos que están entre 1.000 y 6.000 hercios, y la mayoría de los ringtones caen en esta categoría.

Sin embargo, no se entiende aún cómo es que también se sienten vibraciones falsas, aunque se cree que pueden tener causas psicológicas o neurológicas.

Nuestra memoria está empeorando, al igual que la capacidad para prestar atención

Si toda la información que necesitamos está a un minuto de distancia de ser obtenida, ¿para qué nos vamos a tomar el tiempo de retener o memorizar algo? Esta premisa tiene lógica porque si siempre tenemos a Google a mano para responderlo todo, ya no dependemos tanto como antes de nuestra propia memoria. Es así como cada vez tenemos menos capacidad para recordar las cosas, ¿cuántos ya no recordamos números de teléfono ni direcciones?

Es obvio que al estar inmersos en un mundo donde lo más largo que lees tiene 140 caracteres, será más difícil poder concentrarse para prestar atención por largos periodos de tiempo. Y, de hecho, se ha comprobado que a la generación actual le cuesta más sentarse a leer un libro porque no pueden concentrarse en una sola tarea por mucho tiempo.

No todo es malo

Aunque las redes sociales tienen muchos efectos negativos en el cerebro, estos aparecen usualmente cuando las usamos en exceso. Si se usan de forma moderada pueden mejorar nuestra vida, creando nuevas relaciones (tanto de amistad, como de pareja), conseguir un sitio a donde pertenecer con personas que tengan opiniones similares a las nuestras, estar al día con lo que está pasando en el mundo y volverse más empático con los problemas e ideas de otros.

Además, son una excelente herramienta para eliminar las barreras de la distancia entre personas y para conseguir oportunidades de trabajo y posibles negocios.

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