Tornillos hechos con seda para reparar huesos, la nueva proeza de la bioingeniería

Científicos de Tufts University especializados en bioingeniería logran los primeros tornillos fabricados con seda, que podrían usarse para reparar huesos.

Imagina la situación: jugando un partido con algunos amigos, no pegas bien a la pelota y notas un intenso dolor en tu tobillo. Aunque al principio piensas que podría ser una simple torcedura, lo cierto es que tras realizar varias pruebas, el diagnóstico es claro: rotura de huesos. ¿Cómo solucionarlo? La medicina podría contar con la bioingeniería en el futuro para ayudar a cuidar nuestra salud de manera más eficaz.

Y es que científicos de la Tufts University School of Engineering, junto con otro equipo del Beth Israel Deaconess Medical Center, han logrado los primeros biotornillos, fabricados gracias a la seda que producen los gusanos. Estos novedosos implantes biológicos podrían ayudar a fijar huesos rotos, de forma que la recuperación de los pacientes fuera mucho más rápida.

Los dispositivos de seda creados gracias a la bioingeniería podrían en un futuro sustituir a los clásicos implantes metálicos que suelen utilizarse en la reparación de huesos fracturados. Si los investigadores consiguieran este logro, se reducirían notablemente las posibilidades de que la zona afectada pudiera infectarse o cicatrizara mal. Los tornillos fabricados con seda son dispositivos que también mejorarían la remodelización ósea tras el traumatismo.

bioingeniería

A diferencia de los implantes metálicos, la seda utilizada en este caso es bastante similar a la propia estructura ósea. Las proteínas que conforman la seda permiten que esta sea muy robusta y ofrezca una estabilidad importante. Por estos motivos, este material se ha convertido por méritos propios en uno de los más interesantes para la investigación biomédica.

La seda no tendría por qué ser usada únicamente en bioingeniería. Según los investigadores de la Tufts University, sus aplicaciones son realmente diversas. Podría ser utilizada, por ejemplo, para administrar compuestos bioactivos de manera más eficiente, de forma que no sirviera únicamente como herramienta para ayudar a soldar el hueso.

La propuesta que hacen estos expertos en bioingeniería es que los tornillos de seda también podrían incluir antibióticos u otros fármacos que fueran necesarios en el tratamiento de este tipo de fracturas. Como vemos, las posibilidades de estos dispositivos son bastante amplias y los primeros implantes realizados en modelos animales han resultado ser un éxito. ¿Serán estos tornillos obtenidos por bioingeniería las herramientas del futuro para reparar huesos rotos?

Imágenes | RPOD, Diego Delso (Wikimedia)

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